Cortinas VS puertas de bañera

Cortinas VS puertas de bañera

POR MIRFAK ROWLAND
Colocar cortinas y puertas en los baños es, más que un lujo, una necesidad, pues estas piezas son imprescindibles ya que proporcionan privacidad y evitan que el agua penetre en las demás áreas.

Además, tanto las cortinas como las puertas pueden ejercer una función decorativa, siempre y cuando se adapten al tipo de baño y su color combine con las demás piezas.

Cada una por separado tiene sus ventajas y desventajas. Su uso dependerá de factores como el tamaño del baño, de la bañera y de cosas tan simples y, a la vez, tan relevantes, como la distribución de inodoros, lavamanos y demás.

No todas las duchas o bañeras requieren de puertas, ni a todas les queda mejor una cortina, por esta razón, es importante conocer los pro y los contra de cada una, a fín de escoger la que vaya más acorde con ese espacio tan íntimo y personal al que llamamos baño.

Las cortinas: pros y contras

Según la página web estiloyhogar.com, a favor de las cortinas  hay que decir que son más baratas que las puertas.

 “Si se muda de casa, siempre podrá llevarlas consigo, algo totalmente imposible con una mampara. Otro punto para considerarlas como una buena opción es su fácil instalación. Es cuestión de colgar la cortina en las argollas que la unen al tubo que hará de sostén”, afirman.

Los expertos indican como desventaja su tacto frío, pegajoso y poco agradable cuando están mojadas, al tiempo que es relativamente fácil que aparezca moho, lo que atenta no sólo contra su apariencia, sino también contra la higiene.

Es importante que si se decide por las cortinas, tenga en cuenta que tiene que limpiarla regularmente. El moho surge a medida que la parte inferior de la cortina se va enrollando, acumulando agua y jabón. Existen modelos de tela aptos para la lavadora, pero tendrá que estar completamente seguro si no quiere que pierda color o que su textura quede dañada.

La elegancia de las puertas o mamparas

 Estiloyhogar.com indica que, en primer lugar, las mamparas presentan un mantenimiento más cómodo, ya que con un paño y una pequeña cantidad de cloro vuelven a estar como nuevas. Su presencia es sinónimo de elegancia y resultan más atractivas a la vista que las cortinas porque inspiran una mayor limpieza.

“Los únicos rincones con los que tendrá que pelearse serán las ranuras. Cuando éstas acumulan restos de jabón es fácil que, una vez secos, no le permitan cerrar las puertas con fluidez. Por otro lado, siempre representarán una inversión mayor en dinero y en tiempo que las cortinas, puesto que los materiales son más caros y la instalación debe hacerla un profesional”, agregan.

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