–Tizol, Caperuzo ha llamado dos veces; quiere que subas a su despacho. Flor de Betania transmitió el mensaje secamente. –Tizol, te he mandado a buscar porque siento que lo de la viuda Edelmira está parado. ¿Qué pasa? uno tiene que darse prisa; este país es una olla haciendo burbujas; camarón que se duerme se lo lleva la corriente; o lo quema el agua hirviendo. Si no sacas garras te quedaras asando batatas. En el restaurante donde te invité hay un escudo de no sé qué ciudad de España. Lleva una espada atravesada y un león dando un zarpazo. Los escudos, tienen halcones, águilas, leones; animales con las garras afuera.

–Quiero que aprendas cómo es la cosa en estos tiempos. Es a dentelladas que se consigue el éxito. El político que me abordó en el “Santuario del mar” dice que vivimos sumergidos en la injusticia, desde el nacimiento hasta la muerte. Estamos obligados a flotar en ella o a hundirnos para siempre. La cosa no tiene arreglo. Ese “Santuario del mar” es, además, santuario del alcohol y de los negocios tramposos. Para que veas como son las cosas de este mundo, te presentaré al camarero Juan Tituá la próxima vez que almorcemos juntos; un hombre que conoce la vida de mil personas.

–¿Juan Tituá; qué nombre tan raro. Le llaman así; pero ese no es su verdadero apellido. Le preguntas: ¿Juan, conoces a Elsa? contesta: sí, “es un cuero”; ¿y conoces a Ceferino? sí, desde luego, “él es calié”; ¿y a Partenio? “ese es un ladronazo”. –Entonces, habla mal de todo el mundo. –Así sería, si lo que afirmara fuese mentira; pero resulta que sus palabras son rigurosamente ciertas; con el tiempo compruebas que Juan Tituá ha dicho la verdad.

Mientras hablaba, Caperuzo jugaba con un pisapapeles y un abridor de cartas. –He ido varias veces donde la viuda Edelmira. Ya conozco al cura párroco y al herrero del lugar. Se bien el terreno que piso. Volveré a verla para insistir en la compra. A ella no le gustará quedarse sola en la casa. –Tizol, debes aprovechar tu oportunidad; no pierdas de vista que el objetivo final de esta empresa es adquirir propiedades y ganar dinero.