Cosas insólitas de esta campaña electoral

Cosas insólitas de esta campaña electoral

La presente campaña electoral nos dejará como ingrediente histórico una serie de hechos que pertenecen al ámbito de lo insólito. Entre esos acontecimientos queremos mencionar al menos los siguientes:
Desarmar escáneres. Faltando algo menos de quince días para las elecciones generales, el PRM ha solicitado a la Junta Central Electoral que los escáneres comprados para el conteo electrónico de los votos en los tres niveles de votación, dígase presidencial, congresual y municipal, sean desarmados para así ser analizados internamente por representantes del principal partido de oposición.
Esta solicitud es realmente insólita y raya hasta en el plano de lo ridículo y absurdo. Desarmar los escánneres de la JCE como plantea el PRM es pretender que antes de comprar un teléfono inteligente, una calculadora o una tableta, se le permita al futuro usuario extraer los dispositivos electrónicos, eléctricos y mecánicos que componen el aparato en cuestión y luego de ahí aceptarlo como producto.
El libro de Antonio Isa Conde. Un libro de contenido infame contra el presidente Danilo Medina es el «aporte» de campaña que ha hecho el actual ministro de Energía y Minas, don Antonio Isa Conde. Este material ha sido utilizado por los opositores políticos del primer mandatario como arma suministrada por este alto funcionario del Gobierno, que lejos de agregar valor a la presente administración, azuza con sus hechos a los detractores del PLD y de esta gestión.
Marranzini y el gasto excesivo. En medio de este circo político electoral, mucho había esperado para salir a escena Celso Marranzini y lo hace también de una manera insólita, acusando al Gobierno de realizar un gasto excesivo en este tiempo que por demás es electoral. Claro está, no presentó las estadísticas que respalden esa sería acusación. Marranzini administró la CDEEE desde 2009 hasta 2012 en un Gobierno del mismo PLD que hoy detracta. Al iniciar su gestión el déficit del sector eléctrico era de US$700 millones, sin embargo, al ser sacado del holding estatal, el déficit rondaba los 1,500 MM.

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