EFE.reportajes. En el parque África Mía, ubicado en Guanacaste, provincia del Pacífico norte de Costa Rica, conviven en semi libertad y armonía especies exóticas africanas como jirafas o cebras, con otras nativas americanas. Es la sabana americana.

Los días son cálidos y secos en Guanacaste. Apenas despunta el sol, pero ya unos 200 animales africanos como jirafas, cebras, antílopes orix, eland gigantes, bongos (otras especies de antílopes), watusis, dromedarios, avestruces y ñus, esperan con ansias su desayuno.

Están a miles de kilómetros de distancia y un océano de por medio del que debería ser su hogar, pero ellos lo ignoran. El paisaje guanacasteco es similar a la sabana africana, y eso, más los cuidados especializados que reciben, parece ser suficiente para llevar una vida placentera en las llanuras de este país centroamericano.

Safari costarricense. Los días de Roxi, la primera jirafa nacida en Centroamérica, y sus compañeros del zoológico África Mía transcurren con relativa tranquilidad: tienen alimento y agua suficiente, espacio para correr y jugar y sus vidas casi no corren peligro, pues en el parque no hay animales carnívoros.

Su única interrupción cotidiana son los turistas, locales o extranjeros, que llegan a este lugar para conocerles y, a bordo de un jeep estilo safari, fotografiarles y tratar de tentarles con zanahorias o algún otro vegetal de su preferencia para que se acerquen, tratando de obtener un primer plano memorable.

África Mía está ubicada a unos 200 kilómetros de San José, unas cuatro horas en automóvil, y su objetivo es recrear las condiciones de los famosos safaris africanos, algo que ha logrado con bastante éxito. Guías especializados pasean a los turistas por las sabanas particulares donde los animales más tímidos como los ñus, escapan en manada por el ruido del motor mientras otros más curiosos como jirafas y antílopes se acercan para observar a los humanos visitantes.

La veterinaria Tania Pivovarova, encargada del cuidado de los animales del zoológico, comenta que, aunque el parque trata de acercarse al máximo a la condiciones naturales africanas, con terrenos llanos, secos y con temperatura similar (promedio superior a los 25 grados Celsius todo el año) y una estación seca y otra lluviosa bien definida, hay algunas diferencias, como la vegetación que sirve de alimento a los animales, aunque no se han registrado problemas por esta dieta.

Por ejemplo, la acacia, el alimento favorito de las jirafas, crece abundantemente en la región central de África, pero no en Guanacaste, donde en su lugar hay higuerones, laurel de la India, guácimos y peine de mico, entre otros.

En solo cinco años de existencia, este zoológico no sólo se ha convertido en una parada obligatoria de cientos de turistas que quieren disfrutar de las playas de Costa Rica, sino también una escuela sobre el manejo adecuado de estas especies. Entre los proyectos para el futuro destaca la introducción de hipopótamos, rinocerontes y otros antílopes que acompañen a los orix, eland gigantes, bongos y watusis, cuyas pisadas, y las de sus crías, marcan cada día más la sabana costarricense.

Baby boom

Reproducción

Para Roxi, la primera jirafa nacida en Centroamérica, la pampa y el calor seco del Pacífico norte costarricense son su hábitat natural desde que nació hace tres años. Cebras, avestruces y antílopes también han nacido al amparo del zoológico África Mía, donde estas especies se han reproducido exitosamente. Cada año nacen allí entre treinta y cuarenta animales.