Costa Rica. Su eslogan, “¡Pura vida mae!”, no podía ser más apropiado. En esta nación centroamericana, antes conocida como “la Suiza de América” se vive al máximo.

En este espacio geográfico, muy pequeño  en comparación con otros  destinos turísticos mundiales, se conjuga  la riqueza biológica más abundante que país alguno pueda ofrecer en igual área.

A esto se suma una estructura física muy antigua, por demás interesante, y un pueblo amable y educado, elementos  que hacen de Costa Rica un destino especial.

¡Sus volcanes!

Ya habíamos compartido con ustedes detalles de la gran aventura que significa presenciar de cerca los volcanes de Costa Rica, por lo que en esta ocasión nos limitaremos a preguntarles: ¿Habría imaginado usted que fuera posible observar  el cráter de un volcán, e incluso descender por él? Esta aventura inimaginable se puede vivir en Costa Rica, no importa la época del año.

Mucha biodiversidad. Pocos países en el mundo han tenido iniciativas tan valiosas como las de Costa Rica para preservar el tesoro invaluable de sus recursos naturales.

Esto ha permitido contar con un vasto sistema nacional de áreas de conservación conformado por zonas silvestres protegidas, cercanas entre sí, con el fin de preservar la riqueza de sus procesos ecológicos.

Este sistema agrupa parques, monumentos, reservas biológicas y forestales, y, entre otras, refugios nacionales de vida silvestre distribuidos en diferentes puntos del país.

¡También deportes y aventuras!  Costa Rica es también una muy buena  opción para practicar actividades como la pesca deportiva, el deslizamiento por los rápidos de los ríos, el “surf”, el “windsurf”,  o si lo prefiere, el buceo, la navegación en   kayaks, el esquí acuático o cualquier otro… en fin, el viaje, en más de una manera, vale la pena. 

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Su gente, otra joya

Los “ticos” no son ni tan empalagosos ni tan bullosos como los demás latinos, pero tienen  encanto. Son amables, educados y amantes de la cultura de la paz.