San José. El Ministerio de Salud de Costa Rica informó hoy de que ha solicitado a las autoridades de Migración los contactos de las personas que en el último mes han ingresado al país provenientes de naciones africanas que tienen brote de ébola, con el fin de valorar su estado de salud.

La Dirección de Migración reportó el ingreso de 17 personas, en su mayoría provenientes de Nigeria, sin embargo, las autoridades de salud no conocen si son costarricenses, en dónde se encuentran, o si tuvieron algún contacto con enfermos de ébola. “Queremos ubicar a quienes han ingresado al país, se les hará un interrogatorio como parte del protocolo para saber si han presentado síntomas o tuvieron contacto con alguna persona que sufriera de ébola”, indicó a Efe la directora de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio costarricense de Salud, María Ethel Trejos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el brote de ébola que afecta a Guinea Conakry, Liberia, Nigeria y Sierra Leona se han documentado cerca de 2.000 casos y más de un millar de muertes. Según explicó Trejos, a quienes ya están en el país se les realizará el mismo protocolo preventivo tras la declaración de emergencia sanitaria internacional, dada por la OMS.

“Si la persona indica que ha estado en contacto con una persona enferma de ébola, se le dará un seguimiento durante el periodo de incubación (18 días) para ver si tiene síntomas, de ser así, sería enviado a un centro médico de manera aislada y se le tomaría una muestra”, explicó Trejos.

La OMS declaró el pasado viernes el brote de ébola en África Occidental como una emergencia pública sanitaria internacional y recomendó medidas excepcionales para detener su transmisión. La enfermedad, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 %.

Esta es la primera vez que se identifica y se confirma una epidemia de ébola en África Occidental, pues hasta ahora siempre se habían producido en África Central, y ya se ha convertido en la más letal de la historia de la enfermedad.