POR ALEIDA PLASENCIA
La Asociación de Empresas e Industrias de Haina (AEIH) declaró que en este momento la inversión para instalar una en la República Dominicana, cuesta un 30% más que en Centroamérica y otros países con los que esta nación entraría en competencia de libre comercio.

Richard Aróstegui, presidente de la entidad, sostuvo que si no se soluciona este problema antes del país implementar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y otros países, esa apertura comercial para la República Dominicana se convertirá en acuerdos de importación.

Añadió que ello así, «porque aquí solamente se va a importar y no vamos a exportar».

En declaraciones a HOY, Aróstegui dijo que entre los elementos que encarecen los costos de instalación de una industria en el país, están que actualmente se aplica un arancel de 3% a las maquinarias, un 13% de recargo cambiario y un 12% del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industriales y Servicios (ITBIS).

Agregó que tiene la esperanza de que en el marco del Presupuesto de Ley de Ingresos y Gastos Públicos del 2006, se tomen en cuenta las necesidades del sector industrial.

Según Aróstegui, sería de gran importancia para la industria local, que el gobierno elimine los impuestos distorsionantes que existen.

Consideró que un recargo cambiario como el que existe en el país, de 13%, es un elemento distorsionante y encarece la economía.

«Esto nos encarece como país y nos coloca en una situación muy difícil para competir», insistió.

Entiende que estos instrumentos distorsionantes deben ser desmontados antes de entrar a los TLC con Estados Unidos y otras naciones.

Según explicó, la estructura fiscal que se le aplica a la industria y en general al sector productivo, no es compatible con la realidad que implica la apertura y con la dirección en que debe encaminarse el país.

La estructura fiscal de la nación, en la actualidad, es propia de una época en que el mercado local era cautivo, dijo.

En esa época, señaló, las empresas podían traspasar los costos al mercado, porque no había competencia.

Dijo que ahora, en esta época de apertura, no se puede poner a la industria local a competir con productores del exterior que no tienen la misma carga fiscal existente aquí, porque la competencia sería insostenible.