POR CARMEN MATOS
El geólogo Osiris de León afirmó ayer que la construcción del Metro de Santo Domingo se excederá en 800 millones de pesos debido a que no se realizaron los estudios preliminares de la obra.

De León dijo que pudo evitarse la colocación de columnas extra en el viaducto de Villa Mella y que la ubicación de los materiales de excavación en un lugar más adecuado que la margen derecha del río Isabela donde se encuentran, pudo haber ahorrado al erario público cerca de 300 millones de pesos.

De igual forma adujo que de haberse hecho los estudios pertinentes, el puente que se está construyendo sobre el río Isabela tuviera un costo inferior, ya que las pruebas de carga realizadas en octubre y noviembre pasado habrían revelado con anterioridad que la capacidad de soporte de los suelos es inferior a la asumida por los encargados de la obra.

El coordinador de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia Dominicana de Ciencias dijo que “los que trabajan en el Metro no tienen especialidad en la construcción de obras subterráneas, ni la experticia para llevar a cabo exitosamente una obra de esa naturaleza”, por lo que se constituye en “un proyecto inseguro”.

De León también condenó que se haya consultado a especialistas españoles ya que éstos enfrentan actualmente dificultades con los trenes subterráneos de Madrid y Barcelona. “Debieron traerse expertos de México, Venezuela, Nueva York que pudieran asesorar eficazmente a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET)”, dijo. 

Refirió que la negativa de la OPRET a la solicitud del periodista Huchi Lora de que sean divulgados los resultados de los estudios que aseguran haber realizado, se debe a que “sencillamente no existen”.

 “Nunca fueron realizados estudios de receptividad eléctrica, refracción sísmica, imágenes de radar, ni análisis del comportamiento sísmico del suelo”, los cuales consideró indispensables antes de iniciar la construcción.

“Cada obra de ingeniería que se construye con fondos públicos debe ser garantizada al máximo y desde el principio debieron haberse hecho los estudios pertinentes de acuerdo a las normativas de construcción en el país”, dijo.

Sostuvo que por ese motivo, los constructores encargados enfrentan graves dificultades en la  zona universitaria que les obliga a la utilización de columnas extra, de alta inversión, como hicieron en la avenida Máximo Gómez.

Reiteró que debe cambiarse la dirección del Metro en la ruta Arístides Cabral y Correa y Cidrón hacia el norte de la José Contreras, ya que el terreno de esa área es roca caliza, la cual según dijo presenta una mejor calidad y reduce el tiempo, costo y probabilidad de colapso en la zona.