Costo mínimo para contratar en RD es mucho menor que promedio regional

Costo mínimo para contratar en RD es mucho menor que promedio regional

El costo mínimo de contratar a un trabajador de manera formal en República Dominicana es en promedio un 20% del Producto Interno Bruto por trabajador, una cifra mucho menor al promedio regional que se sitúa en 39 por ciento.

Al evaluar 19 países de la región, República Dominicana es el tercer país con los costos más bajos de contractar a un trabajador, lo antecedido por México y Chile.
De acuerdo a un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, formalizar a un trabajador en la región de América Latina y el Caribe representa, en promedio, el 39 por ciento de lo que producirá.

En los países con ingresos más altos este costo mínimo se ubica entre el 11% (en México) y el 24% (en Brasil), pero en otros, como Nicaragua o Paraguay, llega al 70%, y en Honduras supone más del 100% del PIB por trabajador.
Según el BID, alrededor del 70% de esos costos son salariales (salario mínimo), mientras que el 30% adicional corresponde a costos no salariales que derivan de las contribuciones a la seguridad social y otros tributos que le corresponden al empleador.

Esta evaluación del BID, tanto de República Dominicana como de 18 países de la región, toma en cuenta el costo mínimo de contratar a un trabajador de manera formal, que incluye el salario mínimo (que abarca la contribución a la seguridad social del empleado), los costos de seguridad social que corresponden al empleador, los costos de aguinaldo y vacaciones y los potenciales costos de despido.

El estudio del BID, titulado “Empleos para Crecer”, ofrece un diagnóstico detallado sobre los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe, con recomendaciones sobre políticas laborales para atajar la informalidad y potenciar la productividad de la región.

¿Por qué contratar? El BID recalca que la decisión de contratar formalmente no solo tiene como los factores determinantes la productividad y los costos actuales del emparejamiento, sino también los futuros. Por ejemplo, en la medida en que las empresas anticipen un costo significativo para disolver la relación laboral, podrán volverse más prudentes, y contratar menos trabajadores formales.

En resumen los factores que más inciden en la creación de trabajo formal son los relacionados con la productividad, habilidades del trabajador, calidad de la empresa, calidad del emparejamiento y entorno de negocios. Además el costo salarial (salario mínimo) y costo no salarial, como seguridad social, despido y vacaciones.
Más caro, menos empleos. Los países con mayores costos salariales y no salariales (relativos a su productividad) presentan una menor proporción de trabajos formales. El estudio detalla que el 38% de la varianza de las tasas de formalidad puede ser explicada por la varianza en los costos relativos a la productividad del país. Sin embargo, como la formalidad depende de muchos otros factores en el nivel de país, también se considera la asociación entre los costos de la formalidad y la probabilidad de que un joven sea formal (en principio, el sujeto más afectado por esos costos) con respecto a un adulto.

Según esta estimación del BID, por cada 10% de incremento en los costos mínimos de contratar a un trabajador asalariado formal en la región se reduce en cinco puntos el porcentaje de trabajadores formales. Asimismo, cuanto mayores son los costos asociados a la formalidad menor es la tasa de empleo formal de jóvenes con relación a la de los adultos. Este razonamiento también explica que sean los trabajadores más educados y más productivos dentro de cada país los que presenten tasas de formalización más altas, un hecho estilizado que se da sin excepción en toda la región.

Aumentan los trabajadores por cuenta propia. “Debido a la importancia que tiene el empleo no asalariado en en la región (entre el 20% y el 60% de los trabajadores de 15-65 años y un 30% de los nuevos ocupados se desempeña por cuenta propia) es esencial prestar atención a esta realidad.

Los mayores costos de contratación (salariales y no salariales) también están asociados a tasas más bajas de trabajo asalariado y, por lo tanto, a un número alto de empleo por cuenta propia, con menores potenciales de crecimiento, según el estudio del BID.

Informalidad. En definitiva el BID establece que los costos laborales altos (salariales y no salariales) en relación con la productividad del trabajo, la baja productividad del trabajo, la escasa valoración de los beneficios del seguro social, la débil fiscalización del cumplimiento de la ley del seguro social y la incapacidad de permanecer desempleado en búsqueda de un empleo formal, son factores que contribuyen a que los países tengan niveles de informalidad elevados y, al mismo tiempo, pérdidas importantes de bienestar asociadas al desempleo.

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