POR GERMAN MARTE
Los altos costos operacionales, más los impuestos, han hecho que en algunos casos resulte más costoso almorzar en un restaurante de Santo Domingo que en uno de Miami o Nueva York, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES).

Enrique de Marchena Kaluche afirmó que hoy en día difícilmente un turista pueda sentarse en un restaurante a comer con menos de mil pesos (unos US$35).

De acuerdo con el empresario hotelero «ese es el modo en que está afectando (al sector turístico) el hecho de que los precios en el país se hayan fijado sobre una tasa de cambio de RD$40 por dólar», mientras la tasa anda alrededor de RD$27 por uno. Y a esto, añadió, se suman los impuestos que rondan el 26%.

Por esta razón, el país resulta sumamente costoso para los turistas y por tanto menos competitivo, y sobre todo su capital, expresó Marchena al participar en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.

Sin embargo, Marchena dijo que los precios de las habitaciones hoteleras en Santo Domingo se han mantenido estables debido a la depresión y a que se ha registrado un crecimiento negativo en el turismo en esta ciudad, lo cual ha imposibilitado que los hoteleros reajusten sus precios.

«Lo que sí han crecido notablemente y que ha hecho considerablemente más costoso el turismo en la ciudad son los servicios complementarios», resaltó Marchena tras lo cual señaló los altos precios de la electricidad y los combustibles.

Sostuvo que esta situación perjudica -sobre todo- al turista tradicional que no adquiere el paquete todo incluido, y que se supone irá a los restaurantes de la ciudad, alquilará un carro, comprará en una tienda, recorrerá la ciudad y consumiría mientras anda.

Subrayó que a diferencia de los paquetes todo incluido, el turismo en Santo Domingo se basa en la venta de habitación de hotel, con la esperanza de que el turista salga a visitar la ciudad, se transporte en un taxi, alquile un vehículo, contrate un tour, gaste en un restaurante, vaya a un museo, o sea el turismo tradicional que conocemos desde hace 30 o 40 años atrás.

Además de los altos costos de operaciones, otros factores que inciden negativamente en el desarrollo del turismo en Santo Domingo son el incremento de la delincuencia, los apagones y los problemas de tránsito que afectan a la ciudad, explicó.

Añadió que otros elementos que ha influido en la baja en el turismo en la ciudad han sido la falta de promoción y el decaimiento de la infraestructura del país y especial de la ciudad de Santo Domingo.

Además, manifestó que la ciudad no ha sabido aprovechar el hecho de que cerca del 50% de los turistas que vienen al país se quedan en Punta Cana, Bávaro, los cuales si fueran debidamente motivados podrían venir a Santo Domingo y pasar al menos un par de días.

Recalcó que todos estos factores han incidido para que pese a sus múltiples atractivos culturales y gastronómicos, Santo Domingo haya registrado un descenso notable en el flujo de visitantes extranjeros.

Sin embargo, los hoteleros están decididos a revertir esta tendencia a la baja y para ello aprovecharán la celebración en esta capital del encuentro anual de turoperadores DATE 2005 en la que ante todo se persigue relanzar a Santo Domingo como destino turístico.