NUEVA YORK. AP. En una esquina en el sur del Bronx, el púgil puertorriqueño Miguel Cotto subió a un cuadrilátero al aire libre y recibió el cariño de cientos de fanáticos.

Se quitó la camiseta y las mujeres se derritieron. Luego realizó algunos ejercicios mientras los observadores gritaban «­libra por libra!», en alusión al mote de mejor boxeador libra por libra del mundo.

«Es un boxeador increíble», dijo José Centeno, cuyo padre es de Puerto Rico y que esperó bajo el sol para tomarle una fotografía a Cotto. «Es nuestro orgullo».     Este es el territorio de Cotto. La ciudad de Nueva York cuenta con unos 800.000 residentes de ascendencia puertorriqueña, y Cotto (33-1, 27 nocauts) es adorado.     «Todos queremos un campeón», comentó Alfredo Pimentel, quien vive en el sector conocido como Spanish Harlem cerca de La Fonda Boriucua, un restaurante donde Cotto come a menudo en sus visitas a Nueva York.     «Lo amamos. Es una forma de que los puertorriqueños expresemos que tenemos campeones. Somos un país pequeño pero los tenemos. Todos tienen recursos naturales, pero nosotros tenemos campeones».     Cotto, de 28 años, defenderá el sábado en el Madison Square Garden su título del peso welter de la Organización Mundial de Boxeo contra el ghanés Joshua Clottey.

Cotto nunca ha perdido en cinco peleas en el Garden.     Clottey será su  primera gran prueba desde que perdió su invicto el año pasado contra el mexicano Antonio Margarito. 

La clave

1. Exhibición

Miguel Cotto realizó el pasado sábado  en el Bronx,  un largo espectáculo que no le costó un centavo a sus seguidores, un gesto importante en un barrio de clase baja donde pocos pueden pagar una entrada al Madison Scuarge Garden o el costo de ver la pelea por televisión.  El boricua no pelea desde que perdió su invicto ante el mexicano Antonio Margarito el pasado año.