Cotuí cuna de artistas

<p>Cotuí cuna de artistas</p>

La calidad de la obra de los artistas mencionados ha hecho que el nombre de Cotuí traspase fronteras internacionales y que otras latitudes sepan que hay un pueblo en el mundo donde canta la guinea.

POR ELADIO DE LOS SANTOS GARCÍA
Ahora que es tiempo de Cotuí celebrar sus Fiestas Patronales, dedicadas a la virgen Inmaculada Concepción, quizás sea propicio hablar de las manifestaciones artísticas de esta provincia. Allí donde canta la guinea (porque en los demás pueblos llora), también ha florecido una cantera de artistas.

Como en los demás pueblos del país, Cotuí tiene su historia en materia de arte. Sin embargo, fue a partir de la constitución de la escuela de arte “La Zafra” en 1979 cuando allí se estableció un hito sin precedentes. En ella se fraguaron talentos y potencialidades que hoy por hoy constituyen figuras notables del parnaso artístico nacional e internacional. Esta institución, creada por unos verdaderos soñadores incansables, llegó a consolidar enormemente el arte y crear una atmósfera favorable en torno a esa cultura.

De antes de La Zafra, durante su existencia y posterior a ella, podemos mencionar artistas como Juan Bravo, Valentín Acosta, José Rincón Mora, Lorgio Núñez, Konrad Rivas, Dalis Jáquez, Javier y Roberto Santos y Víctor Manuel Camacho (pintores); en la literatura, Lorgio Núñez, Mélida García, Bienvenido Mejía (ideólogo máximo y fundador de la Zafra), Eladio de los Santos García y Víctor Esteban Gómez. En la música, tanto clásica como popular, hallamos notables compositores y cantautores: Don Eutimio Jerez, el maestro Alemán, Manuel Jiménez. En la dramaturgia y el teatro Reynaldo Disla y Jochy Domínguez; en la escultura a Rubén Sánchez, y en el Carnaval, Juampa. Además de los mencionados existe una cantidad mayor de artistas, pero de menor cuantía.

La calidad de la obra de los artistas mencionados ha hecho que el nombre de Cotuí traspase fronteras internacionales y que otras latitudes sepan que hay un pueblo en el mundo donde canta la guinea inmejorablemente.

Pero entre los artistas cotuisanos de más trascendencia, hay uno que podríamos llamar de excepción. Me refiero a Lorgio Núñez (1960). Digo de excepción por la calidad y cantidad de géneros artísticos que cultiva y las otras áreas de conocimiento que domina. Pintor, escritor, políglota, educador, Lorgio Núñez ha sido el poeta de más vigor durante toda la historia de Cotuí, no sólo por ser uno de los tres escritores más premiados de allí, sino por el remozamiento que imprime a la poesía, subrayado hace un tiempo por el crítico y poeta Ramón Antonio Jiménez, a propósito de su libro “Sindicato Sexual”. Pero es en “Desarraigo” donde Lorgio Núñez alcanza la suma poética, texto donde describe y expone su tesis sobre el Encubrimiento de América, poemario que constituye, a juicio del escritor y crítico Julio Cuevas, “el poetizar de la historia”. Núñez no sólo ha cultivado el poema, sino también el cuento y la literatura infantil.

Como pintor, Lorgio Núñez es uno de los artistas más originales y trascendentes de la historia dominicana, en cuya obra resulta imposible encontrar la huella visible de otro, de un antecesor a quien deba paternidad alguna. Comenzó en “La Zafra”, como se empieza en las escuelas de pintura, dibujando botellas y frutas, pero con el tiempo ha desarrollado un código propio que en términos de originalidad y profundidad filosófica lo hace comparable con maestros de la talla de Ramón Oviedo. Bueno sería destacar que en la temática Oviedo y Lorgio se distancian enormemente. El tema de Oviedo es el ser humano en todos sus estados y contextos; en Lorgio el tema es el Cosmos, el universo pensado desde la humanidad misma. Según el escritor y crítico Antonio Manuel Brito Ovalle, la plástica de Lorgio Núñez acusa elementos innovadores cuyos aportes se pueden sintetizar en cuatro rasgos personalísimos (Ver estudio de Brito Ovalle sobre la plástica lorgiana).

Como políglota, Núñez nos recuerda a Julio Cortázar. Al igual que este gran escritor, Lorgio habla un magnífico inglés y un depurado francés. En esas áreas funge como técnico de la Regional de Educación de Cotuí.

Ser polifacético y ser muy bueno en todo lo que se hace es propio de seres excepcionales. Cotuí debe sentirse orgulloso de haber parido un artista de la dimensión de Lorgio, pues no es común hallar a un Da Vinci en estos tiempos de especialidades.

Ahora Cotuí celebra sus Fiestas Patronales. En ellas habrá diversidad de presentaciones del arte y la cultura. De seguro que habrá alguna exposición pictórica de los artistas antes mencionados; también habrá música, teatro y hasta décimas y poesías. Vayamos a encontrarnos con esos valores. Corramos a ver la obra de los mejores artistas de ese pueblo, entre ellas la de Lorgio Núñez.

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