Al cumplirse el 55 aniversario de la Guerra de Abril, el combatiente revolucionario Antonio Isa Conde proclamó que la gran batalla a librar en estos momentos es contra al COVID-19, en la que se requiere unidad, coraje y sentido de nación para salir airosos.
Desde su óptica, la pandemia representa un reto, pero también una oportunidad de elevarse desde las cenizas para hacer un país más grande, próspero y estable.
“En aquel momento, el llamado era a tomar las armas y salir a las calles. En esta ocasión la invocación es a protegernos, a quedarnos en la casa para que la gente que está combatiendo la epidemia haga su trabajo y nosotros nos preservemos juntos a los nuestros”, apuntó.
Isa Conde consideró que la guerra contra el coronavirus tiene dos etapas: anular su circulación y enfrentar las secuelas que dejará en términos económicos, para lo cual se requiere coraje, determinación, disciplina y unidad.
“No hay forma de enfrentar lo que viene si no tenemos una visión de país desarrollista, capaz de hacernos recuperar lo perdido y avanzar hacia el futuro con la gente en el centro de la economía,” argumentó al compartir una proclama sobre la Gesta de Abril.
Manifestó que lo primero que hay que hacer es combatir y derribar a los enemigos de adentro, a quienes define como los desaprensivos, “que sólo piensan en sí mismos y abominan de la unidad de este pueblo para enfrentar sus tragedias, mientras se dedican a romper las instituciones y a promover el clientelismo y el rentismo político”.
Y subrayó: “Por eso, llamo a todas las fuerzas políticas y sociales que trabajan de buena fe, a los núcleos sanos, no importa en qué lugar se ubiquen, sea partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, trabajadores o empresarios, comerciantes, agricultores, a unirnos con un solo propósito”.