El año pasado se perdieron 277,000 empleos; la caída fue mayor en el sector formal que en el informal
La tasa de pobreza monetaria general en el país pasó de 21% en 2019 a 23.4% en 2020, lo que significa que 268,515 dominicanos cayeron en la pobreza general como consecuencia de la crisis económica provocada por el covid-19.
La información aparece en el Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Extrema 2020, dado a conocer ayer en una rueda de prensa presidida por el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara Hatton, y las directoras de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Miosotis Rivas Peña, y de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, Rosa Cañete.
Resalta que el desarrollo de los programas de mitigación y su extensión hasta abril de este año han aliviado la caída de los ingresos a través de transferencias monetarias directas a los hogares más vulnerables y han logrado evitar que 594,745 personas cayeran bajo la línea de la pobreza monetaria general durante 2020.
Los más afectados por la crisis económica del covid-19 el año pasado fueron las mujeres, los residentes urbanos y los habitantes del Este y del Gran Santo Domingo.
Explica que el año pasado se perdieron 277,000 empleos, mientras la caída del sector informal en el empleo fue menos que el formal.
La fuente de la información del boletín es el Comité Técnico Interinstitucional de Pobreza con base a la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) 2016-2020 del Banco Central (cifras preliminares).
El Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza (CTP) es coordinado por ONE y tiene al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo como punto de contacto a nivel nacional e internacional.
La investigación establece que en 2020 el 24.6% de las mujeres vivían con ingresos por debajo de la línea de pobreza general frente al 22% de los hombres. Las mujeres perdieron el 7.5% de sus empleos y los hombres el 4.9%. Dentro del empleo informal las mujeres tuvieron una reducción relativa de más del doble que los hombres.
Expresa que junto a la caída del empleo femenino se produjo un aumento de las mujeres que no buscan empleo, es decir, de la inactividad laboral. Especifica que el 51% de los puestos de trabajo perdidos y el 58% de los nuevos inactivos fueron mujeres.