Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no sugiere el uso indispensable de la mascarilla para evitar la propagación del COVID-19; desde el inicio de la pandemia, ya miles de personas y naciones, como China, lo consideraban como un método efectivo para evitar contagios. Una determinación a la que recientemente se sumó el país luego de que el Ministerio de Salud Pública determinara su obligatoriedad de uso en espacios públicos y lugares de trabajo.
Esta medida se debe a que dentro de los pacientes positivos al COVID-19, existen casos asintomáticos, que pueden esparcir con mayor facilidad el virus al desconocer que están infectados. A esto se suman distintas teorías que clasifican al uso de la mascarilla como una herramienta efectiva, ya que previenen el contacto con las partículas del virus al momento de hablar, toser o estornudar. Por esta razón, es importante que los ciudadanos conozcan cómo utilizarla de manera correcta.
Dicho esto, la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF) recomienda prestar atención a los siguientes puntos:
· Antes de utilizar la mascarilla es necesario lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarse con alcohol en gel.
· Asegurarse de que la mascarilla cubra nariz, boca y barbilla, sin dejar espacios.
· Al momento de retirarla, debe hacerlo por los laterales. Al evitar el contacto con la parte frontal se puede reducir la posibilidad de contagio.
· No es recomendable reutilizar las mascarillas desechables. Una vez la sienta húmeda, proceda a sustituirla.
· En caso de utilizar una mascarilla de tela, una vez la utilices debes lavarla con detergente y agua caliente.
· Cuando te quites la mascarilla, ve inmediatamente a lavarte las manos y evita tocarte los ojos y la boca.
· Evita comprar mascarillas en lugares que no te ofrezcan las garantías en lo relacionado a limpieza. Por ejemplo, comercio ambulatorio.
Estas sugerencias pueden aportar a que tú y los tuyos se encuentren más seguros. No obstante, con el uso de la mascarilla también debemos continuar las medidas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia y respetar los protocolos al volver a casa; pero, sobre todo, cumplir con las orientaciones de distanciamiento social.
Si todos cumplimos con nuestro deber, pronto volveremos a la normalidad.