Winston Santos, ministro de trabajo, afirmó que la cantidad de empleados suspendidos crece como bola de nieve, por encima de lo proyectado, ante la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del COVID-19.
«Proyectamos inicialmente que se suspenderían alrededor de 20 mil empleados cada 24 horas, pero entre ayer y hoy fueron suspendidos casi 25 mil», explicó Santos. De esta manera, el ministro consideró que su estimación de 300 mil suspendidos al día 7 de abril se quedará corta.
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En el caso de los trabajadores suspendidos, sus empleadores no están obligados a pagarles el salario, por lo que el único ingreso que recibirán será el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) que pagará el gobierno por montos entre RD$ 5,000 y RD$ 8,500 pesos mensuales.
El ministro de trabajo aclaró que la suspensión no altera el contrato de trabajo, sino que lo detiene por un tiempo, conservando el empleado sus derechos adquiridos.
Santos explicó que las peticiones de las empresas para suspender a sus empleados serán acogidas por tratarse de una situación de «fuerza mayor» para ellos.
El funcionario dijo que las empresas que se inscriban en el formulario del Ministerio de Trabajo para realizar la suspensión de sus empleados, sólo tendrán que llenar el campo con el número de cuenta de banco del asalariado en el formulario de la página del Ministerio de Hacienda habilitada para registrar a los que se acogerán al programa FASE. Es decir que, como existen dos registros distintos en ambos ministerios, uno para la suspensión de labores y otro para ser beneficiario del programa FASE, ambas entidades cruzarán información para hacer el proceso más fácil, indicó el ministro.
La cantidad de suspensión continuará creciendo hasta llegar a los 700 mil, casi la mitad de los empleados privados registrados en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).