Cápsulas Genealógicas
Toponimia y genealogía: La ciudad Colonial

<p><strong>Cápsulas Genealógicas<br/></strong>Toponimia y genealogía: La ciudad Colonial</p>

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Hacia el año de 1496 y debido al agobio de diversas enfermedades, el Adelantado Bartolomé Colón, hermano del descubridor, parte de la villa de La Isabela hacia el Sur en busca de un lugar donde erigir un nuevo asentamiento que bien pudo haberse llamado “La Nueva Isabela”.

Después de cruzar toda la isla, el Adelantado llegó a Haina y posteriormente a la rivera del río Ozama, donde, después de un proceso se concluye el 5 de agosto del 1498 la fundacíon en su margen oriental de una villa la cual se bautizó como Santo Domingo.

En el año de 1502 un potente huracán destruye el caserío que constituía aquel incipiente poblado. Para la época ya era gobernador el férreo Comendador don Nicolás de Ovando, quien dispuso la reconstrucción de la ciudad en la margen occidental del río Ozama, iniciándose los trabajos con la erección de la Fortaleza de Santo Domingo y su Torre del Homenaje.

En unos pocos años la ciudad tuvo un significativo florecimiento. Se construyeron de piedra los edificios, lo que le imprimía un aspecto un tanto europeo a la renaciente comunidad. Ya para el año de 1508, la villa tenía su escudo de armas.

Fue su primera calle la “de la Fortaleza”, por encontrarse en ella la Fortaleza de la ciudad. Este nombre le perduró hasta el 1509 cuando llegó el Segundo Almirante y Virrey don Diego Colón, quien vino acompañado de su noble esposa María de Toledo, sobrina segunda del Rey Fernando El Católico, además de un séquito de gentiles hombres y damas de la nobleza española. Al hospedarse Diego Colón y las damas de compañía en la Fortaleza, mientras se construía el Alcázar que lo alojaría, la calle se le bautizó como de “Las Damas”.

Así continuó creciendo y desarrollándose la ciudad como importante enclave del imperio español. Desde Santo Domingo partieron los conquistadores hispanos que ocuparon nuevos territorios en un continente que posteriormente bautizarían como “América”.

El primer gran revés lo enfrenta la ciudad en 1586 cuando la flota de Francis Drake ocupa la ciudad y destruye parte de ella.

Ya en 1543 se había iniciado la erección de la muralla perimetral que defendería la ciudad de un ataque enemigo. Su construcción duró casi 200 años, dándose por cerrada en las primeras décadas del siglo XVIII. La misma estaba conformada por cuatro puertas: La Misericordia, El Conde, La Atarazana y San Diego. Igualmente estaba dotada de once fortines de defensa.

Aquella muralla enmarcó físicamente la ciudad de Santo Domingo, y dentro de ella discurrían todas las actividades de la principal ciudad de la isla.

Las principales calles de la ciudad en dirección Norte-Sur y desplazándose de Este a Oeste son:

LAS DAMAS: La más antigua e importante calle de la ciudad ovandina. Ella alberga la Casa de Rodrigo de Bastidas, la de Nicolás de Ovando, la de Francisco Dávila, junto a la capilla adosada que lleva el nombre de Los Remedios, así como el sólido edificio que fue Real Audiencia y residencia de los Capitanes Generales. Muchas otras distinguidas familias de la colonia edificaron en esta calle sus casas, entre ellos los Coca, Oviedo, Caminero, Heredia, Infante y Campuzano Polanco.

ISABEL LA CATÓLICA: Su primer nombre fue “del Caño”. En ella se construyó el Palacio de Borgellá, la cárcel, el Mercado Antiguo, antes denominado la Plaza del Contador, ya que frente a dicha plazuela vivía el Contador Real en tiempos de la colonia. Una edificación de mucha relevancia es la Casa del Cordón, la cual originalmente se le atribuyó a la familia Garay. Más adelante se encuentra la iglesia de Santa Bárbara. Esta vía también ostentó el nombre de “Calle del Comercio”, por haberse desarrollado en ella las principales actividades comerciales de la ciudad. Otro detalle importante de dicha calle es que en su casa hoy marcada con el #356 nació el 26 de enero del 1813 Juan Pablo Duarte y Díez.

ARZOBISPO MERIÑO: Calle de la Casa del Tostado, fachada Oeste de la Catedral y Casa de la Moneda. Su nombre original fue “Calle Real de las Canteras”. En esta calle nació en 1819 Félix María del Monte.

HOSTOS: Originalmente denominada “del Hospital” ya que en ella se encuentra el Hospital San Nicolás de Bari. En dicha calle vivieron los hermanos Jacinto y Tomás de la Concha.

DUARTE: Corre de la denominada “Cuesta del Vidrio” hasta la Capilla de la Tercera Orden Dominica. Desde época de la colonia se le conocía como “de los Mártires”. En la casa hoy marcada como #16, vivió don Tomás de Portes e Infante.

19 DE MARZO: Una de las más antiguas de la ciudad. Se le conocía como “Calle del Medio”, por cortar la misma la ciudad amurallada en dos partes. Por muchos años se denominó “Calle Del Tapado” en alusión a la Casa del Tapado, ubicada esta en la esquina de la misma calle con Padre Billini, casa que dio origen a una antigua leyenda en los tiempos de la colonia. En esta calle nació en la casa actual #109 Francisco del Rosario Sánchez, en la #254 Salomé Ureña de Henríquez y en la #208 José Gabriel García.

JOSÉ REYES: Su nombre original fue “Regina”. La cuesta que tiene esta calle en su segmento norte se le llamaba “Cuesta de San Miguel” por encontrarse en ella la ermita de San Miguel. En la casa #29 de esta calle vivió la honorable familia Alfonseca Castillo, y en ella fue asesinado Manuel Altagracia Cáceres en 1878, por un desconocido que le disparó desde la calle.

SÁNCHEZ: Antiguamente llamada “de la Cruz”. En su casa hoy #208 nació en 1816 Ramón Matías Mella.

SANTOMÉ: Originalmente conocida como “San Lázaro”, ya que en ella se encuentra la Iglesia y Hospital de leprosos, los cuales llevaban ese mismo nombre.

ESPAILLAT: Su nombre original fue “de los Jerónimos”.

PALO HINCADO: Última calle de la zona colonial la cual se denominaba “de San Gil” o “de la Escala Plana”. Sobre ella están la Puerta del Conde y la Puerta de la Misericordia, mudos testigos de relevantes episodios de nuestra historia republicana.

De Este a Oeste, algunas de las principales calles son.

MERCEDES: Conocida en su origen como calle “del Truco”. Alberga la casa de Juan de Viloria, la capilla remanente de San Nicolás, así como la Iglesia de las Mercedes. La casa #155, llamada casa de San Pedro vivió el General Cesáreo Guillermo. En la #204 vivió Ulises Heureaux.

LUPERÓN: “Callejón del Guarda Mayor” es el nombre con que se conoció esta calle. En su casa #54 vivió Ulises Francisco Espaillat. En la casa alta, que hace esquina con la calle Hostos, vivió y murió Pedro Santana. En esta calle también vivieron: José Núñez de Cáceres, Alejandro Wos y Gil y Fernando Defilló.

SALOMÉ UREÑA: Su primer nombre fue “Callejón de la Cruz”. En la casa #56 en época de la anexión estaba la Secretaría del Gobierno Superior Civil de la isla de Santo Domingo. 

EL CONDE: Por “Clavijo” se le conoció en los días tempranos de la colonia. Hasta principios del siglo XX, esta calle tuvo hermosas casas coloniales. Con el devenir de los años, modernos edificios invadieron esta vía convirtiéndola en una arteria totalmente comercial. La casa #54 pertenecía al rico Mayorazgo de los Mosquera. En la casa #305 nació en 1841 don Emiliano Tejera.

ARZOBISPO NOUEL: Fue originalmente la calle “de los Nichos”. Se encuentran en dicha calle la capilla de San Andrés y la Iglesia del Carmen. En la casa #363 nació en 1835 José Reyes.

PELLERANO ALFAU: Calle peatonal que une la Isabel la Católica con Las Damas a la altura de la Fortaleza de Santo Domingo. Fue originalmente una prolongación de la actual Arzobispo Nouel. Su casa #2 fue mansión de cuatro Presidentes que allí vivieron: Ramón Cáceres, Eladio Victoria, José Bordas Valdez y Juan Isidro Jiménez. En su esquina con la Isabel la Católica se encuentra la “Casa del Sacramento”, en la cual vivió la ilustre familia Garay de arraigo colonial.

PADRE BILLINI: Conocida originalmente como calle “de la Universidad”. Aloja el Convento e Iglesia de Santa Clara, el Convento de los Dominicos y el Convento de Regina Angelorum. En la casa #12 vivió el General Luis Ferrand durante la ocupación francesa. En dicha casa vivieron también los presidentes Buenaventura Báez e Ignacio María González. En la llamada “Casa del Tostado” vivió Agustín Franco de Medina.   

Así, la Zona Colonial de Santo Domingo, con una superficie de un kilómetro cuadrado, fue por casi 400 años la ciudad capital del país. Sólo después, sus habitantes iniciaron la salida y ocupación de otros terrenos fuera de una muralla que por siglos les brindó protección y seguridad.

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