POR CHICHÌ DE JESÚS
HIGUEY.- A  más de 10 meses de ocurrido el incendio en la cárcel pública de

aquí, que provocó la muerte de 136 recursos todavía la ergástula mantiene una superoblación de reclusos y  las condiciones de higiene son mínima.

Y mientras se mantiene esta deplorable situación, el gobernador provincial Pedro Rojas Morillo, acaba de anunciar la inauguración de dos nuevos pabellones adscritos a la vieja cárcel pública de la calle Colón esquina Duarte.

“Este anuncio del Gobernador respecto a la inauguración de estas unidades, es reflejo de que el gobierno no contempla por ahora iniciar la construcción de la nueva cárcel, obra que fue anunciada por las autoridades judiciales después de la muerte de los reclusos”, declaró la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica.

Los terrenos para la nueva cárcel están ubicados en la carretera que conduce a la sección  Los Ríos, en parte de la ciudad, detrás de la  oficina de la Secretaria de Agricultura,  donde  a mediados de abril del pasado año las autoridades  hicieron un acto simbólico para la anunciar la obra. “De ahí en adelante nada más se ha hecho, y  desde hace tiempo fueron retiradas las maquinarias que acondicionaron el área”. María Moni, de la Pastoral Penitenciaria, aquí declaró a este redactor que ahora mismo la situación de los reclusos en la  cárcel publica es más crítica que cuando se incendio. Explica que el recinto, que se construyó para 80 reclusos, hoy tiene 470.

“La cárcel de aquí es una tumba de seres vivos, porque los presos están amontonados como sardinas y duermen en los sanitarios y en los pasillos”, denuncia la pastoral.

La colectividad higueyana hace un llamado a las autoridades  correspondientes para que reinicien los trabajos de la nueva càrcel y traten de evitar una tragedia similar a la del año pasado, donde perecieron 136 reclusos.