Creación
“Colson errante”, el mayor conjunto pictórico del maestro puertoplateño

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En nuestro ensayo y conferencia sobre las pasiones de Jaime Colson, puntualizamos que, así como Colson fue un hombre asediado por las pasiones –entre las tres acepciones de desmesura emocional, entusiasmo creador y sufrimiento profundo-, él desató la pasión del arte entre varios discípulos y… entre uno de los más importantes coleccionistas dominicanos, Juan José Bellapart, que, desde que descubrió y conoció a Colson -entonces en las postrimerías de su vida-, adquirió sus obras casi sin límites, fuera del inicio de su coleccionismo de otros artistas.

La exposición “Colson errante”, recién inaugurada en el Museo Bellapart, luce indudablemente como el fruto de esa pasión, y el inteligente montaje de la directora y curadora Paula Gómez proyecta ese sentir excepcional del “amateur d’art”. Presentar unos 400 cuadros es una hazaña, logrando que, pese a la cantidad, puedan apreciarse individualmente, y que se desenrolle, en una panelería especial, el hilo de la carrera y las vivencias del artista -hasta les celebraciones post-mortem-.

Las obras, aunque se les haya atribuido espacios muy grandes, se verán apretadas, pero al mismo tiempo comunican cuánto trabajó Jaime Colson, con todo y bohemia, viajes e inclemencias, hasta la enfermedad terminal. Así, además de que valoremos un coleccionismo apasionado, la pasión de dibujar y pintar, indisociable de lo existencial colsoniano, se transmite objetivamente gracias a los cuadros, los cuales prescinden de otra escenografía que no sea un ordenamiento cronológico, geográfico y temático.

La exposición y su título. “Colson errante”, así se intitula la exposición del Museo Bellapart, retomando un calificativo que el propio Jaime Colson se atribuía. En efecto, la muestra nos lleva a través del tiempo y de las plazas donde el pintor ha vivido, trabajado y expuesto. A pesar  de las frustraciones económicas y las desventuras – en las que predominan los robos y pérdidas de obras en distintos países-, no guardamos la impresión de la pérdida de si mismo, ni de una desestabilización personal y productiva, sino de una reactivación permanente –con excepción de lapsos por graves trastornos como la muerte del amigo Tomás Hernández Franco y, por supuesto, el quebranto fatal-. En ese contexto vemos al pintor errante, a modo de una búsqueda constante de sí mismo, que lo enriquece intelectual y creativamente, y en sus viajes la emancipación de un lugar –donde él ha cumplido un proceso o donde no hay oportunidades, por ejemplo el caso de París en 1924/1934 y en 1949- para retornar finalmente a su lar natal, República Dominicana. Es un aspecto que, como muchos otros de la vida y personalidad de Colson, ameritaría la reflexión, más aún cuando hoy en día el fenómeno de la errancia se estudia particularmente en la literatura y el arte. Por tanto, nos parece muy atinada la elección del título de la exposición.

Pasión por el retrato. Cuando recorremos la exposición –que debe visitarse varias veces–, estamos impactados por la importancia cuantitativa y cualitativa del retrato, tanto en la pintura como en el dibujo de Jaime Colson. Se trata de un género y tema permanente desde la época cubista y precubista, con dos magníficos autorretratos, y comprobamos un clímax en las décadas del 40 y el 50 –con la excelencia del período afroantillano–.

Si predomina el realismo, con una extraordinaria captación sicólogica y ambiental –Diaz Niece y señora, Carlos Curiel, Tomás Hernández Franco-, lleva el retratismo a la expresión de los “ismos” modernos exitosamente. Hay una gran diferencia entre los retratos de encargo que solemos encontrar en otros pintores, por hábiles que sean e idealizados… y el oficio, la estética, el don de observación  de Jaime Colson, que perenniza a sus modelos. Luego él plasma en decenas, sino centenares de rostros, de cuerpos, de composiciones grupales (incluyendo  las religiosas), retratos anónimos, así los efebos reales-imaginarios y físicamente hermanados: es otra vertiente apasionante y apasionada de su creación. En pocas palabras, “Colson errante” ofrece un despliegue admirable del retratismo colsoniano.

Maestro universal

Palabras de Juan José Bellapart, presidente del Museo Bellapart:

“La colección de obras del maestro dominicano universal Jaime Colson reunidas en la presente exposición ‘Colson errante’  representa para mí la realización de un sueño y la ratificación de un compromiso con el arte dominicano”.

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