Desde hacía unos meses se venían celebrando reuniones entre industriales, exportadores, productores independientes y asociaciones, tendentes a la formación de la Fundación, Dominicana de Cacaocultores (FDC), (DR Cocoa Foundation), con la finalidad de ensamblar una entidad que difundiera, promocionara y defendiera el cacao producido en la República Dominicana.

El día 27 del mes que discurre, se reunió en el Countyard Hotel by Marriott, la Junta Directiva y el Comité de Disciplina para la presentación del Plan Estratégico Institucional 2018-2022 de la FDC, el cual está destinado a orientar en líneas generales, el conjunto de programas, proyectos, actividades y obras ideadas para ser ejecutadas en el primer lustro de operaciones, con apego a los Estatutos Sociales de la Organización.
En mis luengos años que tengo imbuido en todo lo relacionado con el cacao y sus derivados, no habíamos estado ante la presencia de un documento tan completo, el cual, a nuestro parecer, será el instrumento que propulsará nuestro cacao en la obtención del sitial que siempre mereció, después de que el 5 de julio de 1985, MALLANO efectuara el primer embarque de caco fermentado tipo HISPANIOLA a la Hershey Foods Corp., rompiendo con la tradición y el atraso que significaba las exportaciones de cacao no fermentado tipo Sánchez.

La República Dominicana en Londres, ante el Panel Evaluador de los diferentes tipos de cacao producidos en el mundo, en el año de 2008, presentó en la Organización Internacional del Cacao (ICCO) un legajo de 325 páginas con la finalidad de obtener nuestra inserción en el Anexo “C” del Convenio Internacional del Cacao 2010, obteniendo la calificación de productor parcial de cacao fino o de aroma en un 40%, porcentaje que pretendemos aumentar en la próxima reunión del Panel Evaluador que se reunirá en Abidjan, Costa de Marfil, en septiembre del año en curso.

Debida la importancia del documento al cual hicimos referencia y también al voluminoso expediente documental, los miembros de la Junta Directiva concedieron un plazo de 21 para que cualquier sugerencia o corrección fuese presentada, con la finalidad de la adopción final de los estatutos y documentos que regirán la institución.

Se espera que la fundación se convertirá en el estandarte que necesitaba el cacao dominicano para ser reconocido, no solo por su categoría de orgánico y bio, sino también por sus condiciones organolépticas muy apreciadas en el comercio justo, ya que las certificadoras han comprobado su condición de fino o de aroma.

En el año 1997, en una reunión en el CEDAF, nosotros vaticinamos que en un periodo de diez años, la República Dominicana rompería la barrera de producir 100,000 T.M. al año. No obstante, esta meta se vio truncada por el huracán George en 1998, que mermó de aproximadamente 80,000 T.M. que habíamos exportado, a alrededor de 21,000 T.M. En los momentos actuales, con la siembra masiva de cacao en todo el país después que la roya del cafeto diezmó los cafetales y la incorporación de la región Sur, creemos que, en menos de tres años lograremos finalmente sobrepasar las 100,000 T.M.

Con la creación de la FDC, la iniciativa privada de la Indicación Geográfica “Cacao Dominicano”, consolidaría la reputación de nuestro tehobroma cacao, como uno de los más selectos del mundo. Si le agregamos la terminación del laboratorio de cacao del del Ministerio de Agricultura, todas las normas ISO (17020, 17025, 17065), quedarían estandarizadas. Pero, para tener un 100% de la efectividad del laboratorio, sugerimos la contratación de la persona que consideramos la más idónea: Ed Seguine.

Un hecho que consideramos digno de elogio, ha sido el desprendimiento de la Comisión Nacional del Cacao del sello distintivo de la Indicación Geográfica del Cacao, a favor de la FDC, acción que se había emprendido conjuntamente con el Clúster del Cacao.

Una meta que siempre habíamos abocado y que creemos que ahora la lograremos, es la creación de una CERTIFICADORA NACIONAL, para quebrar el oligopolio de las certificadoras europeas que se enriquecen a costa de los productores nacionales. La idea de una Certificadora de los Países Productores se iba a lograr en el 2012, cuando el país pertenecía a la Alianza de Países Productores de Cacao (COPAL) y el Ministro de Relaciones Exteriores de Malasia la había propuesto en Kuala Lumpur, financiada por su país. Desgraciadamente, la ambición de Costa de Marfil en la elección del Director Ejecutivo de la organización, malogró esta importantísima decisión, al hacer valer su condición de mayor productor de cacao y aplastar al candidato de Malasia. Esto motivó su retiro de la COPAL, que más luego fue seguido por la República Dominicana y el Brasil, lo cual desintegró esa organización.

Por último, debemos felicitar a los integrantes de la elaboración de los documentos fundamentales de la FDC, por la titánica labor realizada para la consecución de los mismos en tan corto periodo de tiempo. Méritos para Ildefonso Medina, Richard Peralta, Sandy Susaña e Yirelisa Alcántara.