Carlos Cruz Díez, artista venezolano de celebridad hemisférica y mundial, nacido en Caracas en el  1923, es el sobrino-bisnieto de Juan Pablo Duarte Díez por vía materna. Su madre, Doña Mariana Díez–Feo, fallecida en Caracas en 1990, a los 92 años, era hija de Mariano Díez  Jiménez, nacido en 1840 y sobrina- nieta del prócer.

El abuelo del maestro venezolano fue uno de los hijos del general Mariano Díez, hermano de la madre del libertador. 

Carlos Larrazábal Blanco nos habla de la estirpe de los Díez-Jiménez y sitúa su primera cepa en El Seibo, a finales del siglo XXVIII. Tanto la madre de Juan Pablo Duarte como su hermano Mariano, bisabuelo de Carlos Cruz-Díez, emigraron a Caracas durante la ocupación haitiana.

Joaquín Balaguer, en su biografía de Duarte, nos habla de las clases de esgrima que Juan Pablo recibió de su tío durante su estancia en Caracas y de las primeras juntas patrióticas que los dominicanos celebraron en el hogar de José Prudencio Díez, hermano de Manuela y de Mariano.

En su Diccionario Biográfico-Histórico, Rufino Martínez informa que Mariano Díez se mostró inconforme con la presencia haitiana desde el principio y  emigró a Caracas antes de que lo hiciera su sobrino Juan Pablo. Desde allí, aparece enviando ayuda financiera para la lucha emancipadora, como también lo confirma Emilio Rodríguez Demorizi.

Durante la Primera República, él vuelve a residir en Santo Domingo, manteniéndose alejado de la política, pero siempre atento a la causa nacional: tuvo nuevamente la oportunidad de demostrarlo cuando se exilió durante la anexión en 1863. Desde Caracas volvió con Juan Pablo Duarte en 1864 y tomó parte activa en la lucha de la Restauración como general. Al comenzar el régimen de los Seis Años, en 1868, se retiró a Caracas donde murió en 1873. 

Un tío abuelo de Carlos Cruz-Diez, hijo del general Mariano y primo de Juan Pablo Duarte, también desempeñó un destacado papel en la historia de Venezuela. Manuel Antonio Díez Umeres fue presidente provisional de la patria de Bolívar en 1886, pasando diez años más tarde a encargarse del Ministerio de Fomento. Queremos señalar que hemos tomado estos datos de “Un entronque dominico-venezolano”, escrito por José Ignacio Jiménez.

Cruz-Díez en París y Santo Domingo. El bicentenario de Juan Pablo Duarte nos ha motivado particularmente para  evocar a su descendiente directo Carlos Cruz-Díez, aparte del hecho  de que actualmente ese gran investigador del color y de la transformación cromática expone en París –donde vive– en el marco de la magna exposición “Dynamo”, que reúne a 142 artistas en torno a la luz y al movimiento, de 1913 a 2013.

Es el momento de recordar que Cruz-Díez expuso en el Museo de Arte Moderno y obsequió a  República Dominicana –en buena medida por sus vínculos familiares– el inmenso mural de “Cilindros cromointerferentes”  en el edificio de  Molinos Dominicanos.

Esa renovación y metamorfosis de una arquitectura industrial, trama de líneas, ritmos y colores, joya de la cooperación y del altruismo, enormemente disfrutada por el pueblo dominicano, fue borrada bárbaramente. ¡Fue un crimen cultural, pero era mucho más fácil que la imprescindible restauración pictórica de esos volúmenes y superficies!

El maestro venezolano, presente en los mayores museos del mundo, autor de decenas de obras monumentales distribuidas por toda América Latina, Europa y Asia, había estado motivado inmediatamente.

Recorrió Santo Domingo y eligió los silos a pesar del reto que representaban las inmensas torres. Junto a un hijo, profesional en informática, que sigue trabajando con él hoy, preparó una bellísima maqueta, todos los diseños y cálculos… todo gratuitamente, más aun sufragando él los gastos!

Era el año 1993, y destruyeron la obra en el 2003, estamos en el 2013. ¡Ojalá Carlos Cruz-Díez –que, en 2010, volvió brevemente a Santo Domingo para la Fiart– nos brinde ahora la oportunidad de otra obra monumental o de una exposición especial!