Creación
Un gran catálogo para una gran pintora

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La exposición de Elsa Núñez en el Museo de Arte Moderno puede considerarse como única. Fue a la vez una exposición retrospectiva –mostrando una creación desde sus comienzos profesionales hasta hoy-, una exposición antológica – seleccionando alrededor de 120 obras entre centenares de pinturas-, una exposición conmemorativa –celebrando a 50 años de entrega a las artes plásticas. Una muestra de esa envergadura merecía a un catálogo digno de ese carácter excepcional…  ya que finalmente es el testimonio para la memoria y la posteridad! Y esta publicación, justa y necesaria, se ha hecho y, dentro de pocos días, se pondrá a circular, en el marco de un acto formal.

Hasta el momento, este volumen de 132 páginas se sitúa como la publicación estelar del 2012 en su categoría. Tan hermoso como facilmente manejable, tan interesante en sus textos como fascinante en sus imágenes,  se presta para la consulta y el atesoramiento en nuestras bibliotecas.

Ha llegado –aunque tarde- el momento de editar catálogos extensos de alta calidad, que sobrepasen la reseña ilustrada de un evento, y cuyo contenido equivale a una monografía. Es más, su concepción  impecablemente organizada, la autoría plural de los textos y la abundancia de reproducciones a color, favorecen la lectura y nos hacen saborear su caracter complejo… Se nos vuelve difícil cerrarlo, y los numerosos seguidores del arte de Elsa Nuñez lo hojearán repetidamente.

Cómo se presenta y qué presenta. El catálogo que se titula “Elsa Nuñez,1962 retrospectiva 2102” auna las cualidades de una investigación y de un compendio, metódicamente pensados y constituidos. Quien realizó su notable diseño es Fernando Ottenwalder, quien suma las condiciones profesionales de arquitecto y experto gráfico. Esta bella publicación se destaca por la muy clara puesta en páginas de los textos y de las imágenes, y realza la pluralidad interpretative de la artista tanto como la homogeneidad de una labor perfectamente articulada en el tiempo. La propia Elsa Nuñez, en consonancia con Fernando Ottenwalder, ha colaborado activamente a la preparación del libro. La esmerada impresión de la Editora Corripio coincide con el nivel del conjunto bibliográfico, y la calidad del color, aquí esencial, es espectacular.  Por cierto vale mencionar los patrocinios de las empresas Corripio y de Orange.

En fin, los atractivos formales corresponden al valor de consulta y al contenido. Al igual  que en la exposición, muy bien reflejada en el catálogo, se dispone de una antología de críticas y comentarios que invitan a la lectura y a una reflexión admirativa. Obviamente, Elsa Nuñez,  tal vez auxiliada por su esposo Angel Haché –un artista meticuloso en extremo- posee un archivo completo. Ella ha conservado catálogos, folletos, fotografías personales y de sus cuadros, recortes de prensa, lo que le permite transcribir una “memoria” selectiva, incluyendo en la parte visual sus retratos, según cada etapa de la vida, por Angel Haché: ello nos encantó.

No dejamos de afirmar que las ediciones monográfícas, a menudo lujosas, suelen proyectar la personalidad de un artista… a la par con aquellas de los críticos e historiadores, de buenas a excelentes si tienen pasta de escritores e investigador, a veces mediocres si no tienen talento scriptural. En esta publicación, los coautores – Maria Elena Ditrén, Amable López, Abil Peralta, Virginia Goris y Marianne de Tolentino-, aunque revelan sus personalidades respectivas, felizmente se compenetraron, sin narcisismo, con la artista y sus sucesivos períodos pictóricos –señalados por décadas-. Además figuran, en un enfoque histórico, citas y referencias, fragmentos de textos anteriores, importantes o modestos ya publicados, de distintos críticos, algunos desaparecidos como Pedro René Contín Aybar, Carlos Arean y María Ugarte. Cabe señalar que extractos y autores han sido escogidos muy atinadamente. Tampoco podía faltar una semblanza de reportaje sobre la exposición del MAM.

Un volumen bien documentado y de un estudio cronológico totalizante.

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