Crean el primer ente hispanohablante sobre trastorno específico del lenguaje

Crean el primer ente hispanohablante sobre trastorno específico del lenguaje

La creación de una asociación que reunirá por primera vez a investigadores expertos en el trastorno específico del lenguaje (TEL) de los principales países hispanohablantes fue impulsada por la Universidad española de Barcelona (UB) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC, noreste de Esapaña).  

Además de llevar a cabo trabajos que tengan en cuenta las particularidades del ámbito lingüístico del español, la nueva entidad, que se llamará Asociación Hispanohablante para el Estudio del Trastorno del Lenguaje (ATLHI), también nace con el objetivo de acordar criterios y denominaciones comunes para sus futuras investigaciones.  

“Es necesario sentar las bases para que todos usemos los mismos criterios, de forma que en todo el dominio lingüístico español se comparta y se use la misma terminología”, afirma Llorenç Andreu Barrachina, catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.  

Este investigador añade que, tras hacer una radiografía de la situación de la investigación del TEL en las zonas geográficas donde el español es primera o segunda lengua, “se han constatado algunas diversidades que refuerzan la necesidad de intentar aunar conceptos, formas de diagnóstico y modelos de intervención».  

La creación de la entidad se formalizará este mismo año en un congreso en el cual los expertos que asistan también aprovecharán para presentar las investigaciones que tienen en curso, así como discutir sobre las consecuencias sociales o el impacto de la pandemia de la COVID-19 en las personas afectadas por el TEL.  

El trastorno específico del lenguaje es una alteración severa y persistente en la adquisición del lenguaje oral que no está asociada a ninguna condición médica, ya que no existe ninguna discapacidad intelectual, visual o auditiva en los afectados que explique la causa de su aparición.  

El catedrático Llorenç Barrachina afirma que, debido al TEL, “puede haber niños que tengan problemas a nivel gramatical o a la hora de estructurar palabras y oraciones, pero también pueden tener problemas a nivel fonético, de habla, en el vocabulario o incluso en pragmática, es decir, que les preguntes una cosa y su respuesta no tenga relación con la pregunta”.  

Así pues, se trata de una alteración que afecta al desarrollo social y a la interacción en el ámbito escolar y, aunque durante mucho tiempo haya pasado desapercibido, en el ámbito anglosajón se calcula que más de un 7,5 % de los niños sufren el TEL, es decir, que en cada aula hay un alumno o incluso dos con este trastorno.