Creando conciencia acerca de
la preservación de  los bosques

Creando conciencia acerca de <BR>la preservación de  los bosques

Este es el  Año Internacional de los Bosques, que fue declarado en el 2006, por resolución de las  Asamblea General de las Naciones Unidas.

¿Cuál es el objetivo de esa resolución?

Es simple, que los seres humanos tomemos conciencia acerca de la importancia de los bosques en el desarrollo sostenible de los pueblos.

Este año se realizarán intercambios de conocimientos sobre estrategias y prácticas  que favorezcan la ordenación forestal sostenible y el retroceso de la deforestación y degradación de los bosques.

Esta es la segunda vez que a los bosques se le dedica un año, el primero fue en el 1985. Y es que hay un  interés colectivo de centrar nuestra atención hacia el la protección y cuidado de los bosques, los cuales  cubren más del 30% de todo el territorio mundial y contienen más de 60.000 especies de árboles, muchas de ellas todavía sin descubrir.

En consecuencia, los gobiernos y las instituciones, empresas y ciudadanos están en el deber de hacer suya esta iniciativa.  Los primeros apoyando cuántos esfuerzos sean necesarios, a nivel de ayuda económica y de programas de concientización; y los segundos, haciendo conciencia de la importancia de cuidarlos y de evitar su degradación a través de la deforestación y otras prácticas que contribuyen a ello.

Los niños y niñas pueden también poner su grano de arena participando en las actividades que hagan en su escuela o en la comunidad y participando en jornadas de reforestación.

Los bosques son importantes para la humanidad porque en ellos habitan aproximadamente los dos tercios de las especies vivas de la tierra y su pérdida contribuye a la pérdida de la biodiversidad, de hasta 100 especies por día. La deforestación causa hasta un 20% de las emisiones mundiales de anhídrido carbónico.

Además, los bosques traen las lluvias que mueven todo sobre la tierra, la vida humana, la vegetal y animal, así como los ríos y evitan la contaminación, ya que generan oxigeno puro tan necesario para todos.  Son  parte esencial del desarrollo sostenible del planeta, gracias a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan.

Cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo,  por diversas causas,  provocadas por los seres humanos, como son la  sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión a tierras agrícolas y ganaderas, la recolección insostenible de la madera, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, las especies invasoras, los incendios forestales, los cultivos para agrocombustibles, la fragmentación de los ecosistemas y la contaminación atmosférica.

Más de 1.600 millones de personas en los países más pobres del mundo sobreviven por los alimentos, los materiales, el agua o las medicinas que consiguen gracias a ellos. Además, son el hogar del 80% de la biodiversidad mundial de plantas y animales y, por ello, su destrucción pone en peligro la supervivencia de muchas especies. Los bosques tropicales son el caso más extremo, debido a la gran cantidad y variedad de seres vivos y a las deforestaciones masivas que padecen.

Los recursos forestales juegan también un papel clave en el cambio climático. Por ejemplo, la deforestación causa hasta un 20% de las emisiones mundiales de CO2, una cifra similar a la generada por el sector del transporte, según datos del Banco Mundial.

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