Crece crisis Uribe-Chávez; EEUU advierte
a Venezuela

Crece crisis Uribe-Chávez; EEUU advierte <BR>a Venezuela

BOGOTA (AFP).- Las declaraciones del presidente venezolano Hugo Chávez, quien amenazó con congelar las relaciones entre su país y Colombia, elevaron el tono de un conflicto que llevó a varios países a ofrecer sus buenos oficios en busca de una solución, mientras Estados Unidos volvió a advertir a Venezuela.

Tras una semana en que las aguas parecieron calmarse, Chávez profundizó la confrontación, desatada por la captura en diciembre del guerrillero Rodrigo Granda, secuestrado en Caracas y luego llevado a la colombiana Cúcuta, en la frontera, para su detención oficial.

«Si Colombia no se disculpa, a nosotros nos correspondería dejar las relaciones con ese gobierno bajo severa observación. Si no hubiera un gesto que al menos reivindicara a Venezuela, tendríamos que congelar las relaciones con Colombia», dijo Chávez al cierre de una marcha el domingo en Caracas.

Caracas ha señalado reiteradamente que Colombia violó su soberanía, y Chávez reclamó excusas al presidente Alvaro Uribe, quien respondió enviando una lista de jefes guerrilleros que tienen o han tenido presencia en Venezuela.

Estados Unidos, que la semana pasada intervino directamente en la polémica apoyando la posición de Colombia, volvió este lunes a tomar partido. El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli, llamó a Venezuela a detener a los «terroristas» que figuran en la lista que entregó el gobierno de Uribe.

«Esperamos que el gobierno de Venezuela examine con atención esa información y tome todas las medidas policiales requeridas y eficientes contra dichos terroristas», agregó el vocero.

Por otro lado se desarrollan esfuerzos diplomáticos en busca de una solución, con los buenos oficios de países sudamericanos.

Brasil ha estado muy activo con una participación directa del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que se reunió el miércoles con Uribe, mientras su asesor de política externa, Marco Aurelio García, hizo lo propio el sábado con Chávez.

«Le transmití al presidente Chávez lo que habíamos conversado con el presidente Uribe y escuché las opiniones de él. Sé que hay un buen ánimo en general, pero aún hay un camino diplomático que tiene que ser recorrido», dijo García desde Brasilia.

Este lunes el presidente chileno, Ricardo Lagos, dijo que ha conversado «el tema con el presidente Chávez y con el presidente Uribe», a quienes señaló su disposición a «ayudar a encontrar un grado mayor de consenso del que ahora existe».

Igual actitud manifestó Argentina, que a través de la cancillería indicó «total y amplia disposición a cooperar en cuanto dispongan los gobiernos de Colombia y Venezuela».

«Seguimos propiciando un entendimiento a través de medios telefónicos o electrónicos con el fin de que la situación se resuelva», dijo el canciller peruano, Manuel Rodríguez, quien reveló que actualmente se realizan consultas entre los cancilleres de Venezuela y Colombia «sobre algunos textos que permitirían una solución».

Mientras tanto, la crisis empieza a mostrar secuelas en la frontera y aumentó la preocupación porque Chávez advirtió el domingo que si Colombia no reconoce su «error» se verá obligado a suspender proyectos binacionales y bajar «al mínimo» el flujo comercial entre ambos países, cifrado en 2.500 millones de dólares en 2004.

Para el ex presidente Ernesto Samper «Colombia no puede aceptar que las relaciones diplomáticas se sometan a este tipo de chantaje económico».

El senador opositor Antonio Navarro indicó que «haber generado este lío ha sido un error de cálculo, de presentación y apreciación de parte del gobierno colombiano».

El analista independiente Alfredo Rangel opinó que «mientras Colombia no dé muestras de hacer algún reconocimiento de un error en el caso Granda, las relaciones entre los dos países van a seguir muy tensas».

«Creo que es una situación muy apurada que desde luego radica en buena medida en la diplomacia del micrófono», dijo a la AFP el ex canciller Augusto Ramírez, al referise a la declaración del domingo de Chávez.

En sectores económicos se vive con particular preocupación la crisis, ya que en la frontera están limitados los intercambios -en especial el de combustible- vitales para las poblaciones colombianas, algunas de ellas muy aisladas.

Para el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, Eugenio Marulanda, las cosas pasaron de castaño a oscuro con ese «tono amenazante y desafiante de congelar el comercio».

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