PARIS (AFP).- La Unión Europea ha instado el martes a Irán a renunciar a la reanudación de ciertas actividades nucleares ultrasensibles, una exigencia que Teherán ha denegado dando pie a una posible crisis internacional de gran envergadura.

En una carta dirigida al responsable iraní para temas nucleares, Hasán Rohani, los ministros de Relaciones Exteriores alemán, francés y británico, así como el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea hicieron una seria advertencia sobre las repercusiones que implicaría una reanudación de la conversión de uranio, anunciada la víspera por los iraníes.

«Si Irán reanudase las actividades actualmente suspendidas, nuestras negociaciones cesarían y no nos quedaría más remedio que emprender otro tipo de acciones», un eufemismo que hace alusión a la posible intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dicen en su misiva Joschka Fischer, Philippe Douste-Blazy, Jack Straw y Javier Solana a Hasán Rohani.

«Llamamos a Irán a no reanudar las actividades suspendidas, a no tomar otras medidas unilaterales y a confirmar sin dilación su total compromiso con el acuerdo de París».

La respuesta de Irán fue rápida.

«Las actividades nucleares de la República Islámica son pacíficas y se encuentran bajo el control de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), respetamos las reglas internacionales, pero no renunciaremos a nuestros derechos legítimos», dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní Hamid Reza Asefi, citado por la agencia oficial Irna.

«En vez de amenazarnos, los europeos deberían respetar el acuerdo de París», añadió Asefi, haciendo hincapié en que «la época de las amenazas y la intimidación ha pasado».

Según el acuerdo de París, alcanzado el 14 de noviembre de 2004, los iraníes aceptan la suspensión de todas las actividades de enriquecimiento de uranio y de conversión y se comprometen a dar garantías de que no fabrican armas nucleares escudándose en un programa civil.

A cambio, los europeos le ofrecen cooperación nuclear, comercial y política.

Irán informó el lunes a la AIEA de su decisión de reanudar la conversión de uranio en su planta nuclear de Ispahán (centro) y ese mismo día comenzó sus preparativos.

Tal reanudación «si se llegase a aplicar, violaría» el acuerdo de París, dice la carta europea.

Los europeos convocarán para los próximos días una sesión extraordinaria en la AIEA, paso previo para remitir el expediente al Consejo de Seguridad de la ONU, como piden los estadounidenses desde hace meses.

Según Francia, el caso iraní puede desembocar en una crisis internacional de gran alcance.

Y coincidiría con el comienzo del mandato del ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, que asumirá el miércoles la presidencia del país.

Dentro de este clima de crispación, un artefacto de escasa potencia estalló el martes por la mañana frente a las oficinas de las compañías británicas British Airways y British Petroleum sin causar heridos.

Mientras tanto, los iraníes anunciaron que siguen trabajando para poner en marcha la central de Ispahán.

«El trabajo ha comenzado», comentó el presidente saliente Mohamad Jatami.

«Consideramos a los europeos como nuestros socios (…) la vía de las negociaciones sigue abierta», afirmó un portavoz del régimen, Agha Mohamadi, antes de que se hiciera pública la carta de la UE.

En ella, los europeos recuerdan que tenían previsto presentar propuestas detalladas de cooperación a los iraníes antes del 7 de agosto.