Crece la escena con la obra
“Tres mujeres altas” en la sala Ravelo

Crece la escena con la obra<BR>“Tres mujeres altas” en la sala Ravelo

CARMEN HEREDIA DE GUERRERO
carbos@hotmail.com
La escena dominicana se crece,  con la presentación  en la Sala Ravelo de la obra “Tres mujeres Altas”, del dramaturgo norteamericano Edward Albee, bajo la dirección de María Castillo y  las excelentes actuaciones de la propia Castillo, Karina Noble y Robmariel Olea. Las presentaciones cuentan con el patrocinio del Centro Franklyn de la Embajada de los Estados Unidos.

 El teatro de Albee está impregnado de la impronta de la amargura, la que sin duda  emana del desamparo inicial y de la traumática vida que llevó junto a su familia de acogida, especialmente su relación con la  madre adoptiva, Frances Cotter. Como buen teatrista maneja el conflicto, las relaciones familiares y crea personajes que afrontan su identidad y su destino. La mujer es siempre motivo y pretexto en sus obras. En “La Muerte de Jessie Smith” denota una profunda sensibilidad, al narrar la horrible muerte de la cantante de “blues” de los años treinta, producto del prejuicio y el racismo. En “El Sueño Americano” caricaturiza la tradicional familia norteamericana y en ella su propia familia. En  “Quién le teme a Virginia Woolf”, su más conocida obra, presenta una de las más tormentosas y destructiva parejas, haciendo énfasis en la mujer, frustrada y vulnerable.

 El primer acto presenta a la mujer A a los 92 o 91 años?, junto a su asistente y a su abogada. El tiempo, la vida y el drama se unen, la evocación permanente del pasado, por la anciana, en franco declive de sus facultades, nos permite conocer su contradictoria personalidad, sus prejuicios, fobias y paranoias, y su  relación con el hijo, que  espera angustiada, luego, se produce la embolia que la deja postrada. Los diálogos punzantes son exquisitos, cargados de un humor amargo que  produce relajación en medio de la trama. El segundo acto hasta el final, transita el plano de lo irreal, ocurre sólo en la mente de la anciana que se extingue, con valor aún para tratar de enmendar el pasado. Este recurso es utilizado por Albee en otra de sus obras, “Las alas de la paloma” cuya trama sucede en gran parte en la mente de sus personajes. La angustia se apodera de la anciana, la vida, ¿ha sido todo una ilusión?, el final  reserva alguna verdad?.  Su asistente y la abogada, ella misma a los 52 años y a los 26, son todas el mismo personaje.

 Las actrices.   Karina Noble, perfecta en el primer acto como la comprensiva asistente, tiene su mejor momento en el monólogo del segundo, convertida en  la mujer B, a los cincuenta y dos años. Su resistencia al ver llegar al hijo es de ensañamiento y desprecio, hay pasión y fuerza en su actuación, estupenda, sin duda alguna.  La mujer C, a los 26 años, con esperanza y ambiciones, descubre desconcertada lo que va a ser su vida y se resiste, trata en vano de variar su destino. Robmariel Olea, novel actriz de gran talento, produce una de sus mejores actuaciones, importante reto para su carrera al compartir escena con dos grandes damas de nuestro teatro. Un cuarto personaje, el hijo,  es solo una ilusión, Josue Guerrero, se desliza en la escena, se deja sentir no obstante el silencio. La estancia  muestra una habitación burguesa de buen gusto, como corresponde a la condición de la protagonista,  creada por Lina Hoepelman y Juan De la Cruz Blanco. Las luces cenitales invariables, diseñadas por Ernesto López, pone de relieve la hermosa escenografía. Los sonidos graves salidos de un “chelo”, propician  los momentos de expectación y climax.  

Las frases

Friedrich Nietzsche

Es dramaturgo el que siente un impulso irresistible a metamorfosearse  él mismo y a vivir y obrar por medio de otros cuerpos y otras almas”.

Zoom

La obra

La directora

  No creíamos que María Castillo fuera capaz de sorprendernos una vez más, pero así ha sido, todo su intelecto, voluntad y sentimiento han sido volcados en este personaje, la anciana a los 92 años. Maneja las emociones y las transiciones, que su conocimiento del “método” le facilita. Es cruel a veces, deliciosamente irónica otras, María se crece y crece hasta la cima que parece no tiene fin para ella.

Las actrices

Rob Mariel Olea, Karina Noble y María Castillo, dependen una de otras para dar vida y transmitir el personaje. La directora logra la integración a través de la perfecta comunión escénica.

Estrenada en 1991

 “Tres mujeres altas”  fue estrenada en Viena en 1991, y dirigida por el propio Albee. Mereció el premio Pulitzer en 1994. En esta obra un drama psicoanalítico, la protagonista sin duda  está  inspirada en Frances Cotter.

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