Hoy 
En los últimos cinco meses el grado de morosidad en el pago de tarjetas de crédito por parte de los consumidores, aumentó a 14.8 por ciento.
La información la ofreció el gerente de TransUnion, Jefrey Poyo, quien explicó que este nivel es superior al 13.5 por ciento que se registró en septiembre del año pasado.
Poyo tiene la percepción de que este nivel podría continuar creciendo debido a que han decrecido las principales actividades económicas.
Dijo que ese ha sido el caso del turismo, sector en el que se ha registrado una reducción en la ocupación hotelera. También señaló que han mermado las exportaciones y otras actividades.
Además, se refirió a la caída en el empleo de las zonas francas, y a la reducción de las remesas.
Evidentemente la gente que depende de esos ingresos para pagar sus deudas, puede eventualmente causar un alza en la morosidad en el pago de las tarjetas de crédito, explicó.
Dijo que por esta razón la gente no tiene mucho dinero para pagar su tarjetas de crédito.
Poyo explicó que en ese 14.8 por ciento está el que tiene un día de mora hasta el que tiene el máximo de atraso en el cumplimiento de sus amortizaciones.
Explicó se comienza en el primer tramo con una mora de 30 días; al mes siguiente sino paga pasa a 60 días de mora, si tampoco en este otro tramo, pasa a una mora de 90 días.
Explicó que aunque todavía es poca la población que se encuentra en los tramos iniciales, está creciendo, lo que quiere decir que nuevas personas están cayendo en mora en los últimos seis meses, y eso eventualmente podría llegar a los 90 días de mora.
No obstante, dijo que comparando la situación actual con el 2006 y el 2007, el grado de morosidad es menor porque en aquel entonces era de 22%
Poyo dijo que la gran mayoría de los dominicanos paga, son buenos clientes, y sólo un 15 o 20%, no paga.
Comparando el país con otros de Centroamérica, dijo que la expansión del crédito es más grande aquí, porque la mayoría se beneficia de la historia de crédito de las personas que ofrece la empresa que dirige. Agregó que en otros países no todos pueden acceder a le información que le facilita a los bancos saber quién es cada persona, si es buena o mala paga.
