Crece pánico por secuestro;
captores liberan 26 rehenes

Crece pánico por secuestro; <BR>captores liberan 26 rehenes

MOSCU (EFE).- Dos explosiones ocurridas esta noche en el exterior de la escuela de Beslán, donde los terroristas mantienen a más de 300 rehenes desde hace 36 horas, han provocado momentos de zozobra a los militares rusos y parientes que rodean el edificio.    Algunas televisiones mostraron imágenes de movimientos de personas y vehículos en los accesos a la escuela después de que se escucharan las explosiones.

   «Los terroristas efectuaron dos disparos de lanzagranadas desde el interior de la escuela e hirieron levemente en una pierna a un policía», dijo a la prensa Alán Dóyev, portavoz del ministerio del Interior de Osetia del Norte, donde es encuentra Beslán.

   Lev Dzugáyev, portavoz de la Presidencia oseta, se comunicó en seguida con los secuestradores, quienes le explicaron que habían «detectado algún movimiento», en alusión a las fuerzas de asalto, y les aseguró a su vez que nadie les tendía ninguna trampa.

   Un incidente similar con dos explosiones de granadas disparadas desde el colegio ya había ocurrido hoy justo después de que los secuestradores liberaran a 26 rehenes, mujeres y niños pequeños, en el primero y único por ahora gesto de buena voluntad.

   Entre los centenares de personas que aguardan en los alrededores de la escuela el desenlace de la crisis muchos temieron que fuese el comienzo de un asalto contra los terroristas, que exigen la retirada de las tropas rusas de la separatista Chechenia.

   «Mientras haya posibilidades de negociar, ni hablar de una solución de fuerza. Es una medida extrema que por ahora no se plantea», aseguró Dzigáyev a la prensa en otro claro mensaje tranquilizador a las familias de los rehenes y a toda la sociedad.

   El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que lo importante es «salvar la vida de los rehenes», declaración que fue interpretada como una promesa de que por el momento las fuerzas de seguridad no lanzarán una operación de rescate.

   Por otra parte, Dzigáyev anunció que los terroristas rompieron esta noche las conversaciones «por iniciativa propia» y confirmó con preocupación que el comando sigue negándose «inexplicablemente» a recibir agua, comida y medicamentos, ni siguiera para los niños.

   «La situación sigue muy complicada», admitió el funcionario y explicó que, según las personas liberadas, el grueso de los rehenes siguen hacinados en la sala del gimnasio, donde procuran estar tumbados y moverse poco para no gastar las últimas fuerzas.    Precisó que a los rehenes, a pesar del calor que hace de día en Beslán, al menos no les falta aire fresco, pues los terroristas rompieron los cristales de las ventanas, previsiblemente para evitar un ataque con gases.

   Eso sí, obligan a los niños a colocarse en las ventanas como escudos humanos y también han minado con explosivos la sala del gimnasio, amenazando con volarla en caso de un asalto.

   Mientras, la página web de los separatistas chechenes, Kavkaz Center, publicó una carta, enviada supuestamente en nombre por los terroristas y que, se ser auténtica, explicaría, aunque de manera dramática, su negativa de recibir víveres para los rehenes.

   Además, de repetir la demanda de «poner fin al genocidio del pueblo chechén y comenzar la retirada de las tropas rusas de Chechenia», el mensaje añade una exigencia dirigida a los familiares de los rehenes capturados en la escuela.

   «Exigimos a los habitantes locales y familiares de los rehenes que inicien inmediatamente una huelga de hambre en seco para reclamar el fin de la guerra y la dimisión de Putin», dice el texto.

   Agrega que «los rehenes ya iniciaron su propia huelga seca».

   La demanda de protestas contra la guerra recuerda una exigencia similar del comando chechén que había tomado el teatro Dubrovka de Moscú en octubre de 2002, cuando obligó a los rehenes a pedir a sus familiares desesperados que se manifestaran frente al Kremlin contra la política rusa en Chechenia.

   El médico Leonid Roshal, admitido como mediador por el comando terrorista de Beslán después de que interpretara ese mismo papel en Dubrovka, advirtió a su vez de que un mal manejo de esta crisis puede desatar una guerra en el Cáucaso Norte.

   «En caso de un desenlace negativo existe la amenaza de una guerra aquí, en esta región tan explosiva, entre pueblos hermanos, y eso no se puede permitir», dijo Roshal a la televisión rusa.

   El doctor, pediatra que dirige el Centro de Medicina de Catástrofes, apeló a la «sabiduría de los pueblos oseta, ingush y chechén para evitar un conflicto que costaría miles de vidas».

   «Independientemente de las demandas que presentan los captores de la escuela hay que hacer todo lo posible por solucionar esta crisis», insistió el negociador en un aparente mensaje a las autoridades rusas.EFE

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