MANAGUA (AFP).- Transportistas, obreros de la construcción y asalariados amenazaban este miércoles con emprender jornadas de protestas y no descartaban unirse a las que realizan estudiantes universitarios para oponerse a las políticas económicas de la administración del presidente Enrique Bolaños, según fuentes gremiales.
La agitación social aumentó este miércoles cuando los empresarios del sector transporte amenazaron con paralizar el lunes sus actividades en todo el país, si el gobierno no accede a reducir el impuesto con que carga los precios de los combustibles.
El gobierno recauda 65 centavos de dólar por cada galón de combustible (3,8 litros) que esta semana alcanzó precios récord de 2,83 dólares la gasolina súper; 2,77 la regular y 2.00 dólares el diesel.
El presidente de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte Colectivo (Urecotracco), Rafael Quinto, estimó que «sino hay eco» a su demanda de parte del gobierno, el lunes irán a un paro total en todo el país.
El líder de transporte estimó que sus costos de operación aumentaron de forma insostenible y se verían obligados a guardar sus unidades cuando no tengan recursos para hacerles las reparaciones y el mantenimiento.
Los transportistas tienen planeado marchar el jueves hacia el parlamento para que éste se pronuncie sobre el reclamo de reducir la carga impositiva al combustible.
El gobierno alega que no puede reducir el ISC porque afectaría sus metas de recaudación acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que apoya un programa de ajuste económico en el país.
Obreros de la construcción por su parte, amenazan con una huelga nacional por la negativa de los representantes patronales a revisar el salario mínimo al sector, estimado en 90 dólares mensuales.
Unos 12.000 obreros dejarían de laborar en 40 proyectos que se ejecutan a nivel nacional.
Otro elemento de tensión es el incremento de 56 dólares en los salarios mínimos, aprobado por los representantes del gobierno y de la empresa privada en el Consejo de Salarios Mínimos, en oposición a los sindicatos que demandaban aumentos de 100 dólares en el campo y de 150 en la ciudad.
Las centrales sindicales consultan con sus bases las acciones a seguir para presionar por sus reivindicaciones.
El ministro del Trabajo, Virgilio Guardián, rechazó los alegatos de los sindicatos y aseguró que los parámetros usados para fijar la nueva tabla salarial es conforme con las cifras de inflación, que hasta abril pasado era de 4,21%, según cifras del Banco Central de Nicaragua.
Los universitarios que iniciaron una jornada de protestas el 17 de mayo continuaban con protestas pacíficas con recorridos por los barrios de la capital y una marcha que se desplaza desde la nortemña ciudad de León hacia Managua, para sumarse a las demostraciones convocadas para el jueves.
En tanto, cientos de obreros agrícolas del café en el norte de Nicaragua, permanecen a orillas de la carretera, pese a haber obtenido la semana pasada la promesa del gobierno de que les otorgaría 6.000 hectáreas de tierras.
Líderes de los demandantes denunciaron que las tierras prometidas están en posesión de otros campesinos por lo que no se moverán de la carretera sobre el kilómetro 97, carretera a Matagalpa, hasta que se resuelva este inconveniente, según el líder del movimiento Isaac Sáenz.