WASHINGTON, (EFE).- La psicosis de que este verano puede producirse un atentado terrorista en suelo estadounidense crece en el país, animada por declaraciones de responsables del gobierno e informes que advierten de la reagrupación de Al Qaeda.
A pesar de que de momento no existen indicios de una amenaza específica, la Casa Blanca analizó ayer este asunto en una reunión en la que participarán las más altas autoridades encargadas de la lucha antiterrorista. El miedo se desató el martes, cuando el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Chertoff, reveló que tenía la sensación visceral de que existía un mayor peligro de atentados durante el verano. Parece que el verano les atrae (a los terroristas de Al Qaeda), dijo Chertoff, quien señaló que continúan con la reagrupación». Este mensaje nos enseña, una vez más, que tenemos que estar en alerta, aseveró. Como si esto no fuera suficiente para aterrar a los estadounidenses, el mismo día un informe secreto de los servicios de inteligencia indicó que Al Qaeda ha alcanzado una capacidad operativa del nivel que tenía antes de los atentados del 11 de septiembre del 2001.
Al Qaeda está considerablemente más fuerte que hace un año y se ha reagrupado en una medida no vista desde 2001, señaló uno de los expertos.