Residentes en diferentes sectores de esta ciudad temen quedar sepultados a causa de los derrumbes que se han incrementado en los últimos meses y que ponen al borde del cópalos sus casas.

Los moradores de al menos tres barrios denuncian que han sido olvidados por las autoridades y que están casados de promesas. Es el caso de Marianela Sánchez, residente en el barrio San José La Mina, quien junto a su esposo, cuatro hijos y un nieto, observan como su casa, al tiempo que se deteriora, sus paredes se entierran cada vez más, producto de la humedad que ha saturado el suelo.

 “Tenemos nueve años en esta situación y todavía es la fecha que las autoridades no se acuerdan que nosotros estamos aquí. Hemos expuesto la situación a varias instituciones del Estado, pero no hemos tenido respuestas.

Me encadené en la gobernación y no sirvió de nada esta protesta. Sólo promesas que no cumplen”, dijo Sánchez. A varios metros de los derrumbes, la carretera Mamá Tingó ya no tiene aceras y, aunque su estado de deterioro representa un peligro para quienes la transitan, Obras Públicas no ha puesto señales de precaución.

En los linderos de la vía, varios negocios han colapsado de manera parcial, pero sólo algunos abandonan el lugar.

El presidente de la junta de vecinos del referido sector, Francisco Consuegra, expresó que han enviado cartas directamente al presidente de la República, al Despacho de la Primera Dama, la Gobernación de esta provincia, alFondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper), Interior y Policía y el ayuntamiento local.

“Hemos visitados todas las instancias que pudieran ayudarnos a buscar lugares adecuados para vivir y nada que nos han resuelto.

Tenemos muchas necesidades, no sólo con los derrumbes, sino de la falta de un centro comunal, arreglo de calles y la construcción de un puente”, sostuvo Consuegra. En la zona hay seis familias que no han salido del lugar donde otras casas cayeron desplomadas, mientras la Defensa Civil y demás organismos de socorro han identificado 54 zonas vulnerables a deslizamientos e inundaciones.

En la parte alta de allí hay varias viviendas afectadas con grietas. No muy lejos del barrio San José La Mina, se encuentra el sector Los Guandules, donde continuidad de las lluvias en esta provincia está provocando incertidumbre y temor en las familias residentes en zonas vulnerables y en las que suelen ocurrir deslizamientos. 

 Francisco Arias, subdirector nacional de la Defensa Civil, demandó de esas comunidades “estar alertas y ser los protagonistas de su propia seguridad, y no esperar la visita de los organismos de socorro”.  

La Cañada del Diablo, Arroyo de Gurabo, Cerros de San Rafael en Villa Liberación, Los Martines en Pekín y otros sectores también son amenazados, aunque no se han producido evacuaciones.