Crece tensión EEUU-Teherán

<p>Crece tensión EEUU-Teherán</p>

BAGDAD (AP).- Alarmado por las ambiciones nucleares de Irán y su influencia en Irak y el Líbano, el gobierno estadounidense está intensificando sus esfuerzos por contener al gobierno de Teherán.

Las tensiones entre estadounidenses e iraníes crecen día a día y cualquier paso en falso podría dar lugar a una guerra, según analistas y militares estadounidenses.

Irak es hoy un escenario de la batalla que libran Washington y Teherán, que intenta contrarrestar la influencia estadounidense en el Golfo Pérsico. Irónicamente, el primer ministro del gobierno proestadounidense de Irak es un chiíta con estrechos vínculos con Irán, donde esa colectividad es mayoría. Irán y Estados Unidos ya han tenido escaramuzas.

El 20 de enero, un comando secuestró y luego mató a cuatro soldados estadounidenses en Karbala. Un quinto estadounidense murió en la batalla. El ataque estuvo tan bien planificado y ejecutado que las autoridades iraquíes sospechan que Irán ayudó al comando chiíta que llevó a cabo la misión, tal vez en represalia por la detención de cinco iraníes arrestados por soldados estadounidenses en el norte de Irak.

Entre los iraníes arrestados figuraron dos miembros de la Guardia Revolucionaria, fuerza que suministra armas y entrenamiento a milicianos chiítas en el Medio Oriente, según dijo el embajador estadounidense Zalmay Khalilzad. Funcionarios iraníes e iraquíes aseguran que los cinco eran diplomáticos.

Desde la operación de Karbala, Estados Unidos ha estado criticando con fuerza a Irán. El presidente George W. Bush dijo esta semana que las fuerzas estadounidenses tomarán medidas contra los agentes iraníes que puedan estar actuando en Irak, al tiempo que subrayó que no se propone atacar a Irán.

«Si hay una escalada en las acciones militares iraníes en Irak en prejuicio de nuestras fuerzas y/o de iraquíes inocentes, responderemos con firmeza’’, manifestó Bush el lunes por la Radio Pública Nacional.

Si bien no ha ofrecido pruebas, Washington dice que Irán suministra armas y entrenamiento a milicias chiítas que han matado a muchos soldados estadounidenses.

Para frenar el tráfico de armas, la fuerza aérea estadounidense podría reforzar la vigilancia de la frontera, según informó el diario Los Angeles Times del martes, citando a altos funcionarios del Pentágono.

Estados Unidos, por otra parte, está aumentando su presencia militar en el Golfo, en una muestra de fuerza destinada más que nada a Irán.

Irán, por su parte, asegura que Estados Unidos se propone atacarla y el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad dijo que su país está «listo para cualquier eventualidad’’ en su confrontación con los estadounidenses.

Estados Unidos e Irán están enfrentados asimismo en torno al programa nuclear iraní. Washington acusa a Teherán de estar fabricando armas atómicas, algo que los iraníes niegan. La decisión de Irán de continuar produciendo uranio enriquecido motivó sanciones económicas limitadas de las Naciones Unidas.

Estados Unidos, por otra parte, apoya al gobierno libanés, jaqueado en estos momentos por Jezbolá, organización que, según Washington, promueve los intereses iraníes.

A medida que aumentan las declaraciones belicosas, legisladores tanto republicanos como demócratas de Estados Unidos expresan temor de que se esté avanzando hacia un conflicto armado, en momentos en que los estadounidenses enfrentan a enemigos en Irak y Afganistán.

«Lo que muchos de nosotros tememos es que terminemos enfrascados en hostilidades con Irán sin haber agotado antes las gestiones diplomáticas’’, expresó el senador demócrata Barack Obama el martes.

El gobierno de mayoría chiíta de Irak también está inquieto.

«Le hemos dicho a iraníes y estadounidenses: ‘Sabemos que tienen problemas, pero les pedimos que los resuelvan fuera de Irak’’’, declaró el miércoles a CNN el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, quien es chiíta.

Un alto militar estadounidense comparó la situación con el aumento de las hostilidades en Europa antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando el asesinato del heredero del trono austríaco desató una guerra que abarcó a todo el continente.

«Cualquier error que se cometa podría generar una situación que nadie desea y, súbitamente, podría repetirse lo que sucedió en agosto de 1914’’, expresó el militar, quien pidió no ser identificado debido a lo delicado del tema.

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