Hoy 
El 2003 cierra no solamente con un incremento de los feminicidios en el país, 123 según los registros de HOY, sino también con la evidencia de que la impunidad y la negligencia se han combinado peligrosamente en cuarteles policiales, además, en ocasiones en las instancias del poder Judicial, en los casos de violencia intrafamiliar.
A pesar de la dureza de la Ley 24-97 sobre Violencia Intrafamiliar, y de los esfuerzos que hacen diversas instituciones estatales y privadas por generar un cambio cultural que minimice los feminicidios, de 1998 al 2003 507 mujeres murieron en manos de sus esposos y ex maridos.
En cuanto a la posibilidad de complicidad o dejadez con que se han manejado algunos de esos casos, sólo dos lo demuestran. Una es la muerte del empresario José Castro, con aparentes visos de parricidio, de la cual se responsabiliza a Deidania González, la doméstica que lo habría asesinado el 26 de noviembre en compañía de su esposa Mirian Brito y dos de sus hijos adolescentes.
El otro, es el de Paulina Severino, de 43 años, quien no pudo escapar de las amenazas de muerte de su ex marido Martín Solís. No le valieron las denuncias en el destacamento policial del barrio Los Alcarrizos, de Santo Domingo Oeste… en enero perdió la vida en presencia de su propia hija.
Aunque Brito y sus hijos fueron descargados de toda complicidad, los testimonios sobre las palizas que Castro les daba, así como las veces que la Policía desatendió las órdenes de conducencia dictadas en su contra, reflejan la indiferencia con que se suelen tratar estos sucesos.
Pero si las cifras escandalizan (de enero a octubre ya habían sido asesinadas 115 mujeres), mucho más el hecho de que centenares de niños y adolescentes quedan en la orfandad.
De esos casos, 12% de los agresores intentó suicidarse y 10% atentó contra la vida de sus descendientes.
En cuanto a la ubicación geográfica, 58 de los feminicidios ocurrieron en Santo Domingo, nueve en Santiago, en Montecristi seis, en La Vega cinco, en San Cristóbal cinco, cuatro en La Altagracia, La Romana, San Pedro, Azua, Bahoruco y Espaillat, mientras en Samaná, Valverde, Hato Mayor, Barahona, María T. Sánchez, San Francisco, uno en cada provincia.
En otros lugares no especificados, de acuerdo a datos de la Secretaría de la Mujer, 12 mujeres más fueron asesinadas por las mismas causas.
[b]MÁS QUERELLAS[/b]
El Departamento de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia de la Procuraduría ha establecido que más del 95% de las querellas que reciben son de carácter intrafamiliar; de estas 45% corresponde a violencia física y 55% a violencia psicológica y emocional.
Según las estadísticas del departamento de Familia y Menores de la Fiscalía del Distrito Nacional, de enero a septiembre de este año se registraron 400 querellas de agresiones físicas a mujeres, 150 contra hombres y 400 a menores de edad.
Asimismo, 480 denuncias sobre agresión verbal a mujeres, 337 a menores y 320 a hombres. En cuanto a las amenazas de muerte a mujeres hubo 129 querellas, 68 a hombres, 396 denuncias de maltrato psicológico y 246 por conflictos entre ex maridos.
Y en el departamento de Protección a la Mujer, ubicado en el destacamento policial de Villa Juana, hubo 11,050 denuncias de violencia intrafamiliar entre el primero de enero y el 30 de octubre.
[b]REPASO INTERNACIONAL[/b]
El aumento de los feminicidios no es excluisivo de la República Dominicana. En Ciudad Juárez, México, en los últimos diez años más de 300 mujeres han sido asesinadas por sus maridos y alrededor de 4,000 han desaparecido en el mismo período.
Un manto de complicidad es denunciado por las organizaciones no gubernamentales en torno a los procesos judiciales; incluso el escritor mexicano Carlos Monsivais ha expresado que esos feminicidios son la parte más destructiva del machismo, con el agravante de que los victimarios están favorecidos con la impunidad y el cinismo de las autoridades.
En el caso de Puerto Rico, aproximadamente 287 mujeres fueron asesinadas de 1990 al 2002; en Paragüay hay un feminicidio cada diez días, y en Costa Rica, donde las cifras son bajas, en los últimos dos años han muerto 30 mujeres en manos de sus maridos.
