LA PAZ AFP) – La postergación indefinida de las elecciones generales sumió el sábado a Bolivia en una gran confusión y profundizó la crisis regional, en medio de reclamos de los candidatos y temores sobre una división del país andino.

   La Corte Electoral (CNE) resolvió aplazar provisionalmente las elecciones de presidente, vice, legisladores y prefectos (gobernadores), pautadas para el 4 de diciembre, después que el Congreso no pudiera alcanzar en más de un mes un acuerdo para plasmar en ley una orden del Tribunal Constitucional (TC) de reordenar las cuotas de cada región en el Legislativo, de acuerdo a su crecimiento vegetativo.

   La decisión de la CNE, ante la imposibilidad de cumplir el cronograma electoral en los plazos previstos, remeció todo el sistema político nacional, mientras el presidente Eduardo Rodríguez intentaba salvar el proceso que constituye la esencia de su mandato provisional de hasta 180 días.

   Evo Morales, candidato opositor favorito en los sondeos, la emprendió contra la CNE y remató contra los «partidos neoliberales» que, en su criterio, intentan impedir su triunfo en las urnas.

   «Esta es una provocación (de la CNE) al pueblo boliviano a las organizaciones sociales», denunció, al advertir que un eventual «boicot» a las elecciones anularía la asamblea constituyente, prevista para julio que viene y levantaría a las masas.

   Su principal adversario y segundo en las intenciones de voto, el ex presidente Jorge Quiroga, le acusó del crear «las condiciones para una toma insurreccional del poder».

   Quiroga urgió la celebración de comicios antes del 18 de diciembre.

   En caso contrario, advirtió sobre la alta probabilidad de un interregno, en la perspectiva de que el mandato de Rodríguez concluye el 22 de enero y que el gobernante reafirmó su decisión de regresar a la Suprema Corte de Justicia, cuya titularidad ejerció hasta que reemplazó al renunciante presidente Carlos Mesa en junio pasado.

   «Hasta el 2 de enero tenemos que tener elecciones, de lo contrario estaríamos sin presidente, sin congreso y fuera del estado de derecho. En la práctica significa tener elecciones hasta el 18 de diciembre a más tardar», remarcó.

   Quiroga urgió, en caso de que el clima de incertidumbre electoral se esparza, a que Rodríguez zanje la crisis con un decreto. «Debemos apoyar cualquiera sea el camino para garantizar que tengamos elecciones este año», insistió.

   Un vocal de la CNE, Salvador Romero, apuntó que las elecciones podrían reprogramarse «sin inconvenientes» para el domingo 11 o una semana más tarde, siempre y cuando el congreso señalé las líneas de la nueva distribución regional a más tardar la semana que viene.

   Santa Cruz la región más pujante y poblada del país, que demanda la adición de por lo menos 4 a los 25 escaños que posee en la asamblea legislativa, tomó la iniciativa para destrabar la situación.

   Líderes políticos, empresariales y legisladores, que el martes abonaron la crisis al abandonar los debates en la cámara de Diputados, al no ser escuchados sus reclamos por mayor participación en el Congreso, llamaron para el lunes, en el territorio de su jurisdicción, a una «cumbre cívico parlamentaria».

   En Santa Cruz, donde toda la semana se alzaron voces que clamaban por la separación del resto del país, habrá dos soluciones que discutir, «que se cumpla lo que manda la Constitución o que se llegue a un acuerdo político», explicó el jefe del bloque parlamentario de esa región, Williams Paniagua.

   Respaldada por el departamento (provincia) central de Cochabamba, que también reivindica para sí dos curules más, y también por Beni, Pando y Tarija, Santa Cruz exige que se aplique la ley, es decir el concepto del TC, mientras que los andinos y depauperados La Paz, Oruro y Potosí, que supuestamente resignarían entre 4 y 6 bancas en el Congreso, se juegan por un acuerdo político.

   «Este es, lamentablemente, un problema político y no jurídico», definió Evo Morales.

   La propuesta de Santa Cruz, que según analistas intenta hacerse del liderazgo de la nación, recibió la adhesión de Oruro.

   «Los hermanos cruceños están llamando a una concertación, donde darle luz verde y vía libre a estas elecciones. Vamos a asistir con ese pensamiento de bolivianidad de integrarnos y solucionar el problema», afirmó el diputado de este distrito Edmundo Barrientos, mientras que su colega por Potosí, Marco Villa, rechazó celebrar el cónclave en Santa Cruz.

   Villa exigió «una cancha neutral» para negociar sin presiones.