Crecen temores golpe de Estado contra Aristide

Crecen temores golpe de Estado contra Aristide

ST. MARC, Haití.- Los temores de un golpe de estado en Haití aumentaron el martes en Haití en medio de un alzamiento popular que ha cobrado al menos 42 vidas.

Los rebeldes han sembrado el caos en casi una docena de ciudades pidiendo la renuncia del presidente Jean-Bertrand Aristide.

Los partidarios del gobierno en Cap-Haitien, la segunda ciudad más grande del país, bloquearon vías de acceso con barricadas, informaron las radios. Se reportaron enfrentamientos durante la noche en esta localidad del norte del país, pero se desconoce si hubo víctimas.

Luego de combates esporádicos el lunes, la policía recuperó el control de la ciudad porteña de Saint Marc, 72 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, la capital. Al menos dos hombres recibieron disparos y otro fue muerto a tiros, supuestamente por simpatizantes de Aristide. Su cuerpo degollado fue dejado en el arcén.

«La policía nacional no puede restablecer el orden por sí misma», dijo a The Associated Press el primer ministro Yvon Neptune en Saint Marc.

Desde su independencia en 1804, Haití ha sufrido más de 30 golpes de estado. Neptune dijo que el levantamiento era un «acto de terrorismo» y que la violencia está «vinculada a un golpe de estado».

[b]SE DISTANCIA DE REVUELTA[/b]

Conforme los rebeldes trataban de capturar más ciudades, la coalición de oposición, Plataforma Democrática, se distanció de la revuelta.

«No nos identificamos con este levantamiento armado, pero sí con la lucha pacífica de la gente en busca de democracia», dijo Mischa Gaillard, político de oposición que se reunió con otros elementos de la alianza Plataforma Democrática para debatir si apoyaban la revuelta. «Rechazamos la violencia».

El levantamiento, iniciado el jueves en la cuarta ciudad más grande del país, Gonaives, señala una peligrosa nueva fase dentro de la crisis política que ha aqueja a esta nación los últimos tres años. Una revuelta similar ocurrida en 1985, también en Gonaives, llevó al derrocamiento de la familia Duvalier tras 29 años de dictadura.

[b]RETOMA 3 CIUDADES[/b]

Tres retomar la ciudad de Saint-Marc, punto estratégico entre Puerto Príncipe y Gonaives (noroeste), donde el jueves se inició la rebelión, la Policía recuperó el lunes de noche Gran-Goâve (sudoeste) y Dondon (norte).

El martes de mañana no se escuchaba ningun disparo en Saint-Marc, según un periodista local. Policías y partidarios armados del gobierno regresaron a Dondon, donde un comando armado había atacó el lunes la comisaría central. Dos personas resultaron heridos por disparos y nueve casas fueron incendiadas, según radioemisoras haitianas.

El primer ministro de Haití, Yvon Neptune, viajó a Saint-Marc (96 km al norte de Puerto Príncipe) y Grand-Goâve para mostrar que la autoridad estatal seguía siendo fuerte.

[b]QUEMAN VIVIENDAS[/b]

Seguidores de Aristide, están incendiando casas de opositores al gobierno en Cabo Haitiano (norte), cuya población permanece escondida ante la ola de violencia.

Un residente de Cabo Haitiano, que relató vía telefónica el incendio de viviendas, agregó que se escuchan numerosos disparos y se han registrado varios muertos, lo que no ha sido confirmado aún por las autoridades.

«La situación que vivimos en Cabo Haitiano en estos momentos es difícil. Ojalá haya una solución pronto. Urgente. Nos están quemando las casas», dijo a la prensa un habitante de esa ciudad bajo la condición de que no se le identificara.

Las oficinas locales de Radio Visión, un restaurante, un puesto de venta de lotería, así como varias residencias fueron incendiadas.

El ciudadano indicó poco antes de interrumpirse la comunicación que la gente ni siquiera se acerca a las puertas de sus casas por temor a ser escuchados y que se les ataque.

[b]DE CRISIS EN CRISIS[/b]

Haití ha estado en crisis desde el 2000, cuando Aristide ganó unas elecciones legislativas cuya imparcialidad la oposición y la comunidad internacional pusieron en duda. Al no llegarse a un acuerdo con Aristide, se bloquearon millones de dólares de ayuda extranjera y se entró en un limbo político.

«Nos encontramos en una situación de insurrección popular armada», dijo el político de la oposición y ex coronel del ejército Himler Rebu.

Haití, una paupérrima nación de 8 millones de habitantes, se encuentra en una grave crisis económica, con alto desempleo y numerosos habitantes que viven con menos de un dólar diario.

Sin ejército, y un cuerpo policial mal armado de 5.000 agentes, el gobierno no está en capacidad de responder efectivamente al alzamiento. Las estaciones policiales han sido uno de los objetivos principales de los rebeldes, ya que éstas simbolizan la autoridad de Aristide.

Los rebeldes han concentrado su lucha en el occidente y norte del país.

Estados Unidos ha condenado la violencia y ha pedido a Aristide que respete los derechos humanos. El secretario general de las Naciones Unidas dijo que «pronto» tomarán cartas en el asunto, pero no quiso detallar.

Aristide fue elegido en las primeras elecciones democráticas del país en 1990, pero fue derrocado pocos meses después. En 1994 Estados Unidos invadió el país y lo reinstaló.

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