La crecida del lago Enriquillo ha provocado un éxodo de campesinos hacia las montañas de la Sierra de Baoruco que a fin de sobrevivir se dedican a deforestar para aprovechar la tierra haciendo conucos, denunciaron ayer Manuel Cáceres y otros munícipes de la zona que están preocupados por la situación.
Cáceres afirmó que campesinos de la zona conocen el conuquísmo como única técnica de cultivo la cual provoca un círculo vicioso de deforestación, pérdida de la capa vegetal, sedimentación del lago y casos como la riada de Jimaní, en la provincia Independencia.
Suplir necesidades. Al mismo tiempo propuso como parte de la solución mejorar las vías de acceso a Baoruco e Independencia y las montañas, proporcionar acueductos, educar en materia de desarrollo sostenible y facilitar mercado a los agricultores.
Los organismos competentes hacen un esfuerzo en teoría, ya que hay proyectos que sólo existen en papeles y que no son ejecutados por una supuesta falta de recursos, sumados al analfabetismo imperante en la zona, nula educación ambiental y las malas condiciones de las vías, dificultan la solución, afirmó Cáceres en rueda de prensa acompañado de Alexandra Culinario y Luis Manuel Genao.
Sostuvo que es impresionante ver que en los 1,126 kilómetros cuadrados de la Sierra de Baoruco y 278 de la Sierra de Neiba, sólo hay poco más del 5% de la población de árboles, 45% está recién quemada y el 50% restante posee arbustos crecidos en zonas antes quemadas, áreas que dijo no son usadas por resultar improductivas al desaparecer la capa vegetal.
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Las consecuencias
Cáceres afirmó que el problema más grave es que al quemar los árboles mueren los organismos que viven en el subsuelo y que fertilizan la tierra, y la capa vegetal es arrastrada por las lluvias convirtiéndola en sedimento que aumenta el nivel de las aguas del lago Enriquillo, lo que significa que el daño es el 40%. En el país, aún es común la práctica de conuquísmo, en particular en las provincias Baoruco e Independencia.