BUENOS AIRES, AFP. El salto más visitado de las majestuosas Cataratas del Iguazú, en el nordeste de Argentina, fue clausurado al turismo a raíz de intensas lluvias que causaron una fuerte crecida del río Iguazú, que desemboca en el Paraná, parte de cuya extensa ribera se encuentra en alerta.
«La crecida del Iguazú que afecta la Garganta del Diablo, el principal salto de las Cataratas, se debe a las intensas lluvias en Brasil (donde nace el río) y en nuestra región», dijo a la AFP Fabián Sosa, segundo jefe del Parque Nacional Iguazú.
Sosa sostuvo que «la crecida del Iguazú da lugar a la vez a la creciente del río Paraná», uno de los más extensos de Sudamérica con 3.940 km de longitud, que atraviesa Brasil, Paraguay y Argentina, donde desemboca en el Río de la Plata.
«El Parque Nacional Iguazú está abierto pero está clausurado el paso a la Garganta del Diablo. Creemos que pudo haber daños en la estructura del mirador y hay que esperar que baje más el agua para poder evaluarlos y arreglarlos», precisó a su vez Andrés Lanfiutti, guardaparque de Iguazú, a la AFP.
La Garganta del Diablo es el mayor salto de los 275 de hasta 80 metros de altura que conforman las Cataratas del Iguazú, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y que comparten Argentina y Brasil.
Además, las Cataratas del Iguazú fueron declaradas en 2011 como una de las siete maravillas naturales del mundo.
En temporada alta (abril a septiembre) llegan a visitarlas unos 13.000 turistas por día del lado argentino, donde las cascadas pueden observarse de cerca, desde un circuito de pasarelas, una de las cuales lleva hasta la imponente Garganta del Diablo, dijo la fuente.
Según Lanfiutti, la actual es «una de las mayores crecientes de los últimos años», aunque es inferior a una ocurrida en 1998, la más importante en décadas. «Lo grave no es tanto la altura del río, como el volumen de agua», explicó el guardaparque.
Precisó que «lo habitual es que el volumen de agua que llega a las Cataratas sea de 1.500 metros cúbicos de agua por segundo, pero hoy (jueves) tenemos 11.000 metros cúbicos por segundo y ayer (miércoles) llegaron a ser 17.000 metros cúbicos por segundo».
Este jueves en Puerto Iguazú, la ciudad argentina a 17 km a las Cataratas, la altura del río estaba en 34 metros, con leve tendencia a la baja, cuando lo normal son 12 metros.
Las abundantes lluvias de los últimos días en la cuenca y la consecuente crecida del río Paraná, uno de los más caudalosos de Sudamérica y que desde Brasil y Paraguay recorre varias provincias del noreste de Argentina, pusieron en alerta a pobladores y agricultores.
En la ciudad de Santa Fe, 470 km al norte de Buenos Aires, que hace una década sufrió una inundación histórica que dejó 24 muertos, la alcaldía declaró este jueves la «emergencia hídrica».
En esta urbe de unos 620.000 habitantes situada en la rica Pampa Húmeda, se dispusieron medidas «para preparar la ciudad ante la significativa crecida pronosticada» del río, con un pico previsto para el 20 de julio, señaló un comunicado de prensa.
La Sociedad Rural de San Pedro (Provincia de Buenos Aires), en tanto, puso en alerta a los productores de ganado de la zona de islas «atentos a la posibilidad de un crecimiento del río que podría complicar la región en los próximos 20 días».