POR ANSELMO SILVERIO Y PEDRO UREÑA
MONTECRISTI.- Pérdidas millonarias en la agricultura y la ganadería causaron las inundaciones del río Yaque cuyas corrientes barrieron con más de 10,000 tareas cultivadas de arroz en el proyecto Bajos Yaque y en los hatos ganaderos de esta demarcación, donde más de 400 familias abandonaron sus casas porque quedaron totalmente anegadas.

En medio de esa situación, las autoridades no permitieron el acceso de damnificados a los 25 refugios que tiene abierto en esta región la comisión Nacional de Emergencia y sugirieron a las familias afectadas que se alojaran donde amigos o parientes.

Igualmente, las personas encargadas de distribuir los alimentos, según denuncias, están manejando las raciones con discriminación, ya que éstas no están llegando a las familias afectadas en los barrios Los Frailes, Los Solares, El Batey y el Ahogado de Palo Verde, como se quejó Griselda Báez, madre de dos niños.

Los cultivos de arroz del bajo Yaque están debajo de las aguas y los agricultores dijeron que esas plantaciones se perdieron debido a que en región hace días que está lloviendo y las aguas no cesan.

 Esta situación ha originado el pánico entre otras familias que retornaron a sus casas ayer.

El ingeniero Miguel Bejarán, administrador del Proyecto Agrario La Cruz de Manzanillo, junto con la gobernadora Amalia Grullón y otros funcionarios formaron un equipo que está enviando alimentos y medicinas a los afectados, entre ellos, plátano, guineo, leche, arroz, habichuelas y otros productos.

El hacendado José Julián Rivas confirmó que varias reses fueron arrastradas por las corrientes del río Yaque en Guayubín, Castañuelas, Caña Chapetón, La Rubia y Juan Gómez mientras que la producción  de tomate y de yuca se perdió por completo, porque «las aguas anegaron los cultivos y los dañaron todo».

Los productores de arroz del proyecto Bajos Yaque pidieron al Banco Agrícola que realice una evaluación de los daños, porque temen que no podrán cumplir con los financiamientos facilitados por la institución estatal.

 El río Yaque del Norte se salió de su cauce en la zona entre los poblados de Guayubín, Castañuelas y Palo Verde.

 En algunas partes las aguas retornaron a su nivel y en Palo Verde los policías del destacamento retornaron a su cuartel, tras abandonarlo junto con varios presos.

La gobernadora Grullón manifestó que en los bateyes hay decenas de familias refugiadas en viviendas de amigos y parientes, que en el poblado de Copey fueron sacadas 26 familias y otras 250 en los poblados Palo Verde, Los Solares, El Ahogado, Hato Viejo, Magdalena, Sanita, Judea Nueva, Jaramillo, Las Aguas, Isabel y Laguna Verde.

Mientras tanto, todavía ayer las clases permanecían suspendidas en el centro educativo El Ahogado y en otros planteles de poblados afectados, ya que las escuelas están repletas de agua y lodo.