Creciente inseguridad en Haití alienta la emigración

Creciente inseguridad en Haití alienta la emigración

Por Clarens Renois
PUERTO PRINCIPE, Jul 6 (AFP) – La sala de partidas del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe está repleta de gente, sobre todo jóvenes, que dejan Haití no sólo porque están en vacaciones escolares sino también a causa de la inseguridad creciente en el país.

   «Hoy en día muchas personas no se sienten seguras en el país», afirmó con cierta amargura una mujer que embarcaba en un vuelo a Florida. «No tengo elección, mis hijos se van a quedar en Estados Unidos, tengo que encontrarles una escuela allá», se lamentó.

   Con el inicio del verano, los aviones parten llenos de Puerto Príncipe hacia Estados Unidos.

   «Esto no es un éxodo, pero constatamos un cierto incremento en las partidas de Puerto Príncipe», dijo a la AFP una empleado de la compañía American Airlines, que realiza siete vuelos cotidianos entre Haití y Estados Unidos.

   Por el contrario, en los vuelos de retorno a Puerto Príncipe, los aviones están sólo con la mitad de su capacidad ocupada.

   Este verano los vuelos a Estados Unidos fueron literalmente tomados por asalto por familias enteras. Los más adinerados tratan de evitar la capital, cuyas calles son poco recomendables para pasar las vacaciones.

   No pasa un día sin noticias en las radios de un nuevo caso de secuestro. En algunos programas, personas que fueron secuestradas cuentan la brutalidad con la que fueron tratadas por sus captores que exigen decenas de miles de dólares para la liberación. Ni siquiera lo niños se salvan de los raptos.

   Recientemente, la oficina de UNICEF en Haití informó del caso de un adolescente secuestrado, herido en los ojos por los captores porque sus parientes no lograban reunir la suma reclamada.

   La inseguridad que se limitaba a los barrios aledaños del centro de la capital haitiana, en las zonas más empobrecidas, alcanzó ya las áreas exclusivas, donde la población con mayores recursos vivía hasta el presente en sus costosas residencias bajo un fuerte sistema de seguridad.

   El sábado último un médico fue asesinado en su casa y miembros de su familia secuestrados por desconocidos.

   Casos de violación son tratados mientras tanto en los centros de salud de la capital.

   La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) acaba de lanzar un llamado a «los actores armados haitianos» pidiendo que respeten la seguridad de la población.

   Según MSF, la mitad de las víctimas de la violencia en Haití son niños y mujeres.

   «Hemos atendido heridas de bala a niños de menos de 4 años», dijo un responsable de la organización.

   Antes del fin del año escolar, muchos estudiantes han ya abandonado las clases a causa de la inseguridad. Los directores de los establecimientos han notado la baja en las inscripciones para los ingresos previstos en septiembre, un mes antes de las elecciones generales.

   En las terminales de la capital se observan ómnibus que salen repletos de pasajeros hacia zonas más tranquilas del país.

   «Todo el mundo quiere estar lejos de Puerto Príncipe por miedo a lo peor», asegura un muchacho ansioso por reunirse con su familia en el campo. Los que se quedan en «el infierno» de la capital son los que no tienen otra opción, asegura.

  

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