Hoy 
Atraída por la elevada concentración de la actividad económica en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, una creciente población consumidora invade la Capital, ejerciendo insospechada presión sobre el tráfico vehicular citadino.
Aunque escasamente cuantificada, la clientela flotante se moviliza en la ciudad estimulada por la amplitud de las ofertas y la diversidad de un comercio que se expande al ritmo de nuevas inversiones y novedosas atracciones.
Con 26 grandes plazas comerciales competentes, y otras cuatro en fase de terminación, la capital dominicana ha pasado a ocupar lugar preferencial entre consumidores tentados por acreditadas marcas, o por la amplia variedad de los llamados mall.
La particularidad de que los restaurantes de reconocidas franquicias internacionales abren locales primero en Santo Domingo, o de que la oferta gastronómica es marcadamente amplia en la capital, es también motivo de grandes desplazamientos desde otras comarcas.
Túneles, metros ni elevados figuran en las agendas de entusiastas compradores, más interesados en saber dónde encontrar un calzado de moda, ropa de última o simplemente degustar un fascinante helado original italiano.
No es extraño encontrar gente que ha recorrido distancias para llegar a un centro, megacentro o multicentro ajeno a su hábitat natural o lejos del diario vivir.
Si bien se acepta que la Capital es ciudad de mayor densidad poblacional, y por ende centro de intensa actividad económica, la magia y atracción de las grandes tiendas conquista a un copioso núcleo de visitantes que alcanza la gran urbe, desde el Norte o el Este de la geografía nacional.
Vale consignar que la mayoría de las funciones de grandes luminarias del arte tienen como escenario localidades o aforos de la Capital, como el Palacio de los Deportes, el Estadio Olímpico, el Quisqueya o la Marina de Sans Soucí.
Aunque resultaría tarea ociosa clasificar al cliente que acude de compras, urbanistas consultados estiman que unas 100 mil personas se movilizan a diario a Santo Domingo desde comunidades satélites.
Las plazas. Las plazas comerciales o grandes centros de comercio y esparcimiento operan en las principales y más transitadas arterias, ofertando mercancías de los más afamados diseñadores, entretenimientos para adultos y niños, y una amplia variedad de la gastronomía local e internacional. La mayoría cuenta con áreas de estacionamientos controlados por cámaras, tarjetas de control y personal de seguridad.
Los supermercados. De 85 supermercados operados por los principales grupos o franquicias, el 69% han sido abiertos en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
Solo en el área metropolitana de la capital y en Santo Domino Oeste las familias dominicanas cuentan con 42 de esas tiendas de abasto.
En Santo Domingo Este operan 17 grandes y medianos supermercados.
El restante 31%, 27 tiendas sucursales, funcionan en el interior del país, básicamente en Santiago, La Vega, San Francisco de Macorís, San Pedro de Macorís, La Romana, Higüey y Bávaro.
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Autopistas
Las autopistas Duarte y Las Américas son el mejor termómetro para medir, por la congestión vehicular que presenta a determinadas horas del día o la noche, el flujo de la población flotante.
