Creciente ola de corrupción
dispara alarmas en Cuba

Creciente ola de corrupción<BR> dispara alarmas en Cuba

LA HABANA. AFP.  Una creciente corrupción en Cuba, que abarca desde un vendedor de leche hasta altos funcionarios, disparó alarmas en el gobierno de Raúl Castro, que el lunes desplegará un ejército de auditores en las empresas e investiga supuestas anomalías de alcance internacional.

cuyo cuerpo fue hallado el martes en La Habana, avivó versiones sobre una investigación de corrupción que presuntamente involucra a compañías cubanas y empresarios de ese país. Mientras las autoridades de Cuba guardan hermetismo, el gobierno de Chile les pidió el miércoles una «exhaustiva investigación» de la muerte de Baudrand, gerente de Alimentos Río Zaza, empresa mixta del Estado cubano y del chileno Max Marambio, ex escolta del presidente Salvador Allende y muy ligado a la isla.  La empresa está bajo investigación de la Fiscalía de Cuba, que indaga también a una agencia de turismo -propiedad de un hermano de Marambio- y a Cubana de Aviación, entre otras entidades cubanas, según la prensa chilena.

El gobierno cubano y académicos reconocieron el peligro que representa la extendida corrupción, arraigada durante décadas, para la estabilidad de la revolución. 

«La corrupción es mucho más peligrosa que la llamada disidencia interna», advirtió el politólogo Esteban Morales, al calificarla como la verdadera «contrarrevolución» que «poco a poco va tomando posiciones en ciertos niveles del Estado y del Gobierno».  Según la fiscal Caridad Sabó, la Fiscalía General detectó «una tendencia al incremento» de la corrupción en los últimos dos años, «con mayor participación de dirigentes y funcionarios».  «Hay gentes en posiciones de gobierno y estatal, que se están apalancando financieramente, para cuando la revolución se caiga», dijo Morales.

Los auditores

En una ofensiva de la Contraloría General, recién creada por Raúl Castro, miles de auditores tomarán por sorpresa a partir del lunes, durante un mes, 750 empresas para someterlas a auditorías. «Todo el mundo está como loco con eso, erizado, porque te enteras cuando los auditores tocan a la puerta de tu empresa. El problema es que si buscan bien siempre van a encontrar (irregularidades)», dijo a la AFP un ejecutivo de una empresa estatal.  Desde que asumió el mando hace casi cuatro años cuando enfermó su hermano Fidel Castro, Raúl apretó las tuercas contra los robos al Estado que alimentan el gigantesco mercado negro donde los cubanos compran alimentos y productos a precios más bajos que las onerosas tiendas en divisas, o que no hallan en el mercado legal.  Ante las prolongadas carencias y bajos salarios, la población adoptó una estrategia de subsistencia.

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