Crecimiento económico, progreso y desarrollo

Crecimiento económico, progreso y desarrollo

-I de III-

El crecimiento económico de una nación revela el incremento de su producto interno bruto o lo que es igual de la sumatoria de sus riquezas, en un período determinado. Sin embargo, es preciso señalar que este indicador macro-económico es medido en un punto de la cúspide de la montaña en el cual la temperatura puede ser totalmente diferente a las encontradas al pie de la misma, sin que esto implique un desconocimiento de las mediciones realizadas.

Este crecimiento no impacta, necesariamente, las economías individuales de los ciudadanos si al evaluar sus componentes notamos que los rubros que agregan valor de manera masificada a la nación han crecido muy poco, se han quedado estancados o peor aún, han decrecido. Es por ello que todo crecimiento económico debe considerarse sostenible en la medida en que tienda a desarrollar un clima de producción interna con la activa participación de la micro, pequeña y mediana empresa. Que promueva procesos de industrialización nacional, facilitando el acceso a bienes y servicios en condiciones que les permita producir de manera competitiva, tanto para el mercado local como para el internacional.

Para ser objetivo en toda evaluación macro-econométrica, el crecimiento económico debe ser considerado tan solo como  una de las variables que definen un indicador mucho más holístico y superior, el bienestar económico.

Cuando se habla de crecimiento del bienestar económico, no solo hacemos alusión al incremento del PIB, sino también al aumento en la esperanza de vida y la salud, mayor calidad del medio ambiente, de la libertad política y la justicia social. Incluso se refiere a la producción en el hogar, disponibilidad de más tiempo libre, calidad de la educación, acceso a los medios de producción, etc. El crecimiento del bienestar social, como indicador, es mucho más humano y sincero que el crecimiento económico, medido con el PIB.  

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