Crecimiento, recesión y el
papel de dos partidos

Crecimiento, recesión y el<BR>papel de dos partidos

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Será la fatalidad, para ser indulgentes, o la incapacidad gerencial para enfrentar los choques internos o externos, pero lo cierto es que en cuatro décadas de continuidad democrática, en cada ocasión que el Partido Revolucionario Dominicano asume la conducción de la rama ejecutiva del gobierno, el país pierde la estabilidad, aumenta la carga de la deuda externa y la economía retrocede. En cuanto al aumento del índice de precios al consumidor, ese impuesto disfrazado que devora los ingresos reales y empobrece las mayorías, en la primera administración del PRD (1978-1982) en promedio la inflación fue 10.28% anual, en la segunda administración (1982-1986) el índice de precios aumentó en 94.9%, para un promedio anual de 23.72%, pero el gran campeón de la inflación lo fue el tercer gobierno del PRD en el cual el índice de precios se incrementó en 130.84%, llevando al país a la hiper inflación.

En cambio en la primera administración del PLD el aumento del IPC fue de apenas 29.85%, para una inflación promedio anual de 7.46%, y en la presente gestión, a pesar de heredar una economía desajustada y sometida en estos tres años a un choque petrolero permanente, la inflación en los años 2005 y 2006 fueron respectivamente 7.44% y 5.0% y las proyecciones para este 2008 apuntan a un crecimiento de los precios entre 6-8%.

En los gobiernos del PRD es evidente la tendencia a disminuir el ritmo de crecimiento económico y en el primer gobierno (el mejor de los tres) el PIB aumentó en promedio 4.6% cada año, en el segundo gobierno disminuyó la tasa de crecimiento a 1.8% promedio anual e incluso en el 1985 decreció en 2.1%. La tercera administración, a pesar de heredar una economía con altas tasas de crecimiento con estabilidad, el crecimiento del PIB se redujo a un promedio anual de 2.0%, con decrecimiento de 1.9% en el 2003. Por el contrario, en el primer gobierno del PLD la tasa promedio anual de crecimiento fue de 7.95% (uno de los mayores en la región) y en esta segunda administración la economía creció 9.3% en el 2005, un impresionante 10.7% el pasado año y proyecciones conservadoras para este apuntan a un aumento de 8.0%.

En materia de endeudamiento, los gobiernos del PRD se han caracterizado por elevar el volumen de la deuda sin poder presentar como contrapartida importantes realizaciones físicas o institucionales con estos recursos. El primer gobierno del PRD heredó en el 1978 una deuda externa ascendente a US$940.4 millones y la elevaron a US$2,634.9, para un incremento de 180%, la segunda administración debió componer los platos rotos de la primera y la deuda externa redujo su velocidad de crecimiento a 39% (en esos dos gobiernos la deuda externa se elevó al 63% del PIB) de nuevo la tercera administración, la del PPH, mantiene el mismo comportamiento de las precedentes y eleva la deuda externa de US$3,672 millones en agosto del 2000 a US$6,332 millones en agosto del 2004, aumentando los compromisos externos de un 19% del PIB a 34.8% del PIB. De otro lado, la primera administración del PLD redujo la deuda externa en 5% y en estos tres años de la presente gestión el monto total apenas se ha incrementado en 14%, permitiendo reducir la relación de endeudamiento con el PIB desde 34.8% al 26.5%.

Baste evaluar 41 años de continuidad, para reconocer que en los 22 años de gobiernos del doctor Balaguer se edificaron obras emblemáticas que promovieron el desarrollo social, acciones que sentaron las bases del crecimiento del sector externo, como fueron las leyes de incentivo al turismo y las zonas francas, y también una gran reforma tributaria en el 1992, pionera del proceso de reducción de la dependencia fiscal de los impuestos al comercio exterior.

Siete años de gobiernos peledeístas permiten definir la impronta de la construcción ambiciosa de una infraestructura dirigida a modernizar el transporte (autopistas, avenidas, túneles, elevados y el Metro), la educación y la salud; se han sentado las bases para una revolución tecnológica con los centenares de centros digitales y el ITLA, se han impulsado las reformas de la administración fiscal y la financiera, dirigidas a sostener la estabilidad, pasos definitivos para resolver la crisis energética, así como también las reformas políticas capaces de garantizar los avances fundamentales para sostener una nueva sociedad y una economía en sintonía con las transformaciones mundiales.

En el caso del PRD, cuya trayectoria está impregnada por el sacrificio y la entrega de mucha gente a la causa de la democracia, partido que desde el gobierno, y muy especialmente de la oposición ha jugado un papel estelar en la consecución de un estado de derecho, sin embargo en el ejercicio del poder no se advierten en sus tres gestiones las obras emblemáticas que permitan adivinar un plan de desarrollo; tampoco las reformas dirigidas a impulsar el crecimiento sostenible y mucho menos las acciones capaces de definir un proyecto de nación; por ello en cada ocasión en que el partido blanco asume la rama ejecutiva del país, especialmente en la última versión del PPH, causa estragos en la economía, el desorden se aposenta en las instituciones del Estado, el país retrocede y aumenta la pobreza.

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