Crédito reanima los campos

Crédito reanima los campos

De enero a junio de este año, el sector agropecuario se expandió  1,25% en comparación con igual período del 2012, según consta en datos preliminares del Banco central. Este desempeño positivo se produjo a pesar de algunos factores adversos, fundamentalmente el hecho de que durante la primera mitad del presente año el país estuvo bajo los efectos de una de las sequías más severas de los últimos tiempos, lo que rezagó siembras de diversos cultivos y afectó de manera significativa la  ganadería.

El lapso en que se ha producido esta expansión coincide con la aplicación de políticas dirigidas a respaldar a los pequeños productores. En ese mismo período se ha producido el mayor flujo de crédito hacia el campo en los últimos tiempos, complementado con trabajos de adecuación de tierras y sistemas de riego. El Presidente Danilo Medina le ha dedicado atención personalizada a los productores del campo, a los que visita cada semana y ofrece  créditos blandos   para que impulsen la producción.

A pesar de este balance positivo, hay que advertir que todo el dinero de estos préstamos debe retornar a las arcas del Estado, para lo cual deben funcionar oportunamente los mecanismos institucionales. El crédito no es una dádiva, sino una facilidad que ya surte sus efectos positivos. Una buena y oportuna tasa de retorno permitiría continuar apoyando la producción.

HAY QUE VELAR POR LA CALIDAD 

El Gobierno se ha trazado metas en materia de Educación que obligan a erigir miles de aulas en el menor tiempo posible. Para esos fines se han convocado concursos en los que han participado veintenas de ingenieros de todo el país. Y para que las obras avancen sin tropiezos se aprobó recientemente una línea de crédito de 11 mil millones de pesos. El Presidente aspira cerrar el año con las aulas construidas.

Pero hay que manejar con mucho celo el aspecto de la calidad de las obras. La prisa a que obliga el reto de terminar miles de aulas antes de cerrar el presente año no puede ni debe inducir a descuidos en la  calidad que deben tener las escuelas  que se están construyendo. Los ingenieros que están a cargo de esta infraestructura deben ser los primeros celosos garantes de la calidad. Los organismos oficiales competentes deberán emplearse a fondo para una supervisión continua y rigurosa.

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