El ministro sin cartera para Programas de Seguridad Ciudadana, Franklin Almeyda, expresó que los niveles de seguridad tienen que elevarse a partir del momento en que la sociedad crece económicamente, para lo que las instituciones del Estado tienen que funcionar a fin que la sociedad se sienta que participa junto a ellas en un proceso de ejercicio de derecho ciudadano.

Esas consideraciones de Almeyda fueron expuestas en el marco de la clausura del XIV Congreso Nacional de Seguridad de la Asociación de Bancos Comerciales, realizada en Punta Cana, donde impartió la conferencia La seguridad ciudadana: Desafío en países en vía de desarrollo.

Dijo que la seguridad ciudadana es un eje transversal para el desarrollo. En los países en vía de desarrollo, para alcanzar niveles controlados deben priorizarse las políticas públicas que permitan el fortalecimiento de la Policía, del Ministerio Público, los tribunales, y la rehabilitación del infractor.

Agregó que deben adoptarse programas específicos para respuestas puntuales a las necesidades identificadas para el ejercicio de los derechos, tales como los que se han desarrollado sobre control de las bebidas alcohólicas, las balas perdidas y fuegos artificiales, entre otros.

Debemos tratar de que baje la tasa de criminalidad en nuestro país, expresó Almeyda.

Sus estadísticas. Según las estadísticas que ofreció, en el país la tasa de criminalidad es más alta en la convivencia entre la gente, que en la acción de la delincuencia, alcanzando la misma en la convivencia social, 18 sobre 100 mil aproximadamente.

Explicó que el hecho de que la criminalidad sea más alta en la sociedad que en los temas de delincuencia, se debe a que las sociedades en vías de desarrollo expresan niveles de protesta y de violencia.

La mayor violencia se da entre los vecinos, amigos, allegados, riñas personales; en segundo lugar está la violencia en los centros de diversión, siguiendo en tercer lugar, la violencia intrafamiliar.

La provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional son los lugares más violentos, luego le siguen Higüey y Dajabón, explicó Almeyda.