La Fundación Progreso, Salud y Seguridad Social considera que el Estado dominicano debería incentivar a la industria farmacéutica nacional para que esté en capacidad de desarrollar nuevos procedimientos paliativos de las distintas enfermedades, principalmente las catastróficas.
Resalta que gran parte de las terapias medicinales requeridas para tratar las enfermedades crónicas y virales que afectan a muchos dominicanos son productos de investigaciones que han sido debidamente amortizadas, lo que sugiere que dichos tratamientos deberían ser manejados con productos genéricos desarrollados por cualquier empresa.
Plantea la Fundación, sin embargo, que las farmacéuticas deben estar bajo estrictos controles de calidad a cargo del Estado.

Refiere que en el país es común que a los pacientes se les indique no el compuesto requerido para tratar la afección, sino una de las marcas que desarrollaron el medicamento originalmente, lo que hace que se generen beneficios extraordinarios en favor del fabricante, dado que cobran varias veces el costo de investigación.

“Esta es una de las razones por las que el subsidio de medicamentos contenido en el plan básico de salud resulta insuficiente para la mayoría de los afiliados y que, a su vez, el gasto de bolsillo de los ciudadanos en salud represente más del 50% del gasto total en dicho sector”, sostiene la entidad sin fines benéficos.

Entiende que es por ello que se requiere la intervención del Estado, dado que se deben generar incentivos que impidan la necesaria sustituibilidad de los medicamentos de marca por los genéricos, para lograr maximizar el beneficio social que debe generar el avance científico, lo que sumado a la implementación de estrictos controles de calidad daría tranquilidad a los afiliados.

La Fundación Progreso Salud y Seguridad Social considera que estas acciones son improrrogables, “dado que no podemos permitir que el gasto de bolsillo de los ciudadanos en salud siga poniendo en riesgo el acceso de los mismos a la salud.

Recuerda que el artículo 52 de la Constitución de la República reconoce el derecho de propiedad sobre los inventos y desarrollos científicos en favor de la persona, física o jurídica, que haya producido medicamento, lo que en doctrina norteamericana se conoce como derecho de propiedad sobre la información.

Agrega que este derecho se materializa en el caso de las investigaciones y avances científicos a través de las patentes, las cuales otorgan exclusividad de aplicación y uso de los nuevos procesos en favor de aquel que generó esta nueva información.
“Una de las industrias donde se verifica esta situación es en la farmacéutica en la que, como hemos mencionado, se debe incentivar la investigación y desarrollo de nuevos procedimientos paliativos de las distintas enfermedades, producto de la mayor longevidad y nuevos factores sociales afectan a gran parte de la población”, dijo.