POR SOILA PANIAGUA
El empresario Radhamés García declaró que se está trabajando en una iniciativa para lograr que los financiamientos otorgados al país por Brasil, que atan su ejecución a la importación de los insumos desde esa nación, utilicen a la industria local para agregar valor a los bienes importados.

García, quien es directivo de la Cámara de Comercio Domínico-brasileña, explicó que hay toda una serie de elementos que están facilitando el intercambio, tanto comercial, como de inversiones, para que sea cada vez mejor entre República Dominicana y Brasil.

Opinó que en el aspecto de las inversiones fuertes con capital procedente de Brasil que se están haciendo, hay grandes obras de infraestructura, como es el acueducto de la línea Noroeste en que se pueden usar productos elaborados en el país, sin necesidad de violar los acuerdos de préstamos.

“Hay un aspecto de ese tipo de inversiones que además de la obra, en términos de aprovechamiento económico, nosotros hemos estado explorando para llegar a un entendimiento en ese sentido, para que parte del proceso de producción de algunos insumos o productos necesarios para esas grandes obras de infraestructura, se terminen en República Dominicana”, dijo.

Muchas de esas obras, añadió, son financiadas con el compromiso de que los insumos para su ejecución sean producidos o adquiridos en la nación de donde procede el financiamiento.

“Cualquiera diría que las posibilidades de que los fabricantes locales se aprovechen y beneficien de esas obras son nulas, porque ya hay la obligación de importar los insumos del país que está financiando la obra”, comentó.

No obstante, aclaró que las intenciones de las gestiones que se hacen, no es contradecir el principio original de que el insumo sea adquirido en el país que financia, sino que lo que se busca es traer la materia prima y que las fábricas locales la transformen en productos terminados.

“Así cumplimos con el compromiso de que los insumos sean en esencia brasileños, pero al mismo tiempo, incorporamos industrias dominicanas al proceso”, explicó.

 Resaltó el impacto económico directo que ese tipo de acciones generaría al país, porque conjuntamente con el empleo de manos de obra en la construcción de la infraestructura, se estaría generando nuevos y más empleos en la producción de los insumos a utilizar.

Afirmó que se han hecho gestiones en ese sentido y citó el caso del acueducto, que requiere una gran cantidad de tubos pvc, en cuya producción los dominicanos son muy eficientes.

“Hay acercamiento y hay la disposición. En el caso del acueducto, por ejemplo, hay una gran cantidad de la inversión que es en tubería pvc y en el país hay plantas muy eficientes y modernas que fabrican tubería de pvc”, dijo.

Agregó que no habría que entrar en contradicción, pues simplemente se importaría la resina de Brasil y con eso se estaría cumpliendo con el acuerdo establecido en el préstamo.

“Esa resina se procesa en el país y se hace un tubo. Hay mucha forma creativa de hacer que todas esas cosas no se queden en beneficiar a un sólo lado de la mesa. Lo importante es que a mediano plazo los dos países se beneficien”, dijo.

Sobre la importancia de incentivar el comercio entre República Dominicana y Brasil, García comentó que, a veces, antes de que haya la voluntad política, debe haber un momento apropiado, donde se generan las condiciones.

Citó las coyunturas actuales en las que se dan una serie de condiciones, tanto del lado dominicano, como de parte de Brasil, para que se llegue a acuerdos de diversa naturaleza en beneficio de ambas naciones.

“Esas condiciones crean todo un ambiente favorable para que esta relación comercial entre República Dominicana y Brasil, se profundice”, dijo.

Agregó que un elemento que se nota y que está flor de piel, es que hay una empatía interesante entre el gobernante brasileño y el dominicano, “lo que ayuda, porque son propiciatorias, luego de los acuerdos técnicos y fríos”.

Comentó que un país puede tener deseos de hacer algo, pero que si no hay, primero, un acercamiento, una química, lo demás se dificulta.

“En el caso de las relaciones dominico-brasileñas, yo creo que es el momento en que se están dado esas condiciones, tanto de parte del presidente de Brasil, como del dominicano. Hay un atractivo, un interés mutuo, que se ha mostrado, inclusive, desde ante del presidente Fernández juramentarse”, explicó.

Refirió que antes de iniciar su gestión presidencial, el doctor Fernández fue a Brasil y el presidente de esa nación, Luis Ignacio-Lula- Da Silva, vino a la República Dominicana, a la juramentación de Fernández.