El ingeniero José Antonio Vanderhorst considera que el experimento hecho por el gobierno, de regentear dos de las tres empresas distribuidoras de electricidad, va a retrasar el necesario y urgente compromiso de iniciar la solución definitiva al problema eléctrico.
Aseveró que la gestión de comercialización es la actividad ideal para dejar de lado el control de precios e introducir la competencia a nivel nacional, lo cual no se puede lograr mientras esté en manos del Estado la administración de las distribuidoras.
Explicó que la justificación del experimento se basa erróneamente en que Ede-Este le da más pérdidas al Estado que Ede-Norte y Ede-Sur. Sin embargo, dijo que desde el punto de vista del capital financiero de corto plazo, Ede-Este es más eficiente que Ede-Norte y Ede-Sur.
Esas áreas de gestión no cambian la realidad del fracaso, sino que la empeora, al agregar nuevos intereses creados con los gestores. Lo que necesitamos es cambiar lo más pronto posible al capital productivo de largo plazo para maximizar el bienestar social con la solución definitiva, opinó. Vandehorst explicó que la reforma ejecutada hasta ahora no ha cumplido con los objetivos para modernizar el sector eléctrico.
La clave
Objetivos
Para José Antonio Vanderhorst uno de los objetivos de la reforma debe ser rendir un servicio al más bajo costo a la sociedad y liberarlo de cargas presupuestarias. Cree que esas son muestras fehacientes de la realidad del fracaso de la capitalización y de la Ley General de Electricidad. La razón del fracaso es una descomposición defectuosa de la industria y separa la transmisión de la distribución física, lo cual impide que se ofrezca un servicio de calidad.