El reverendo Domingo Paulino Moya presidente del ministerio Jesús es sanidad INC, dijo hoy que la reciente visita que hizo el presidente haitiano Michel Martelly tiene el propósito de poner de rodilla a la República Dominicana.
Expresó mediante un comunicado que el presidente medina no debe caer en el juego planteado por el mandatorio haitiano que consiste en la dilatoria y en la maldad ya que en el fondo lo que el presidente de Haití busca es humillar a la república dominicana por las últimas medidas migratorias que ha tomado el país, lo que debe ser evitado por el gobierno dominicano para mantener la dignidad conquistada por los padres de la patria.
El vocero cívico evangélico recordó hablando a este medio mediante un comunicado de prensa el compromiso económico que se comenta hizo el presidente haitiano con sectores empresariales y de poder de la vecina nación recibiendo recursos para la pasada contienda electoral que se realizo en la vecina nación lo que lo mantiene atado y le impide poder resolver el problema de la entrada a los 23 productos dominicanos en veda.
Paulino Moya dijo que, ante la penosa situación que esta mala medida coloca a los comerciantes dominicanos, los agricultores, avicultores y el empresariado dominicano lo mejor que puede hacer el gobierno del presidente Danilo medina Sánchez es buscarle mercado en otros países de la región a los productos que tienen inconvenientes para entrar al mercado haitiano y entiende que esto debe hacerse a tiempo para evitar la quiebra de los sectores productivos nacionales que habían planificado la exportación de su producción a la vecina nación.
Enfatizo que a los sectores empresariales y políticos de poder de Haití, no le importa que la veda impuesta a 23 productos dominicanos produzca en su nación un encarecimiento de esos artículos de consumo masivo que haga más pobres a los sectores menos pudientes haitianos, pues su plan no ha sido razonado humanamente sino más bien impulsivo e improvisado además de injusto y defendiendo sus intereses económicoslo que es indignante y deprimente para los más pobres de Haití.